Cuando salí de mi casa estaba lloviendo y pensé que seguramente sería el mejor momento para capturar por fin un celacanto... Pero pescando y pescando solo tuve suerte con lubinas.


Luego fui a regar mi nabo rojo que planté el martes pasado, aunque supongo que la lluvia lo hace por mí, pero no me gustaría que se me pudriera por esa tontería así que lo riego igualmente por si acaso.


Nenúfar se ha pasado toda la semana enferma, así que le hice una visita para ver qué tal estaba, que bien que por fin se haya curado, ¡me habré gastado por lo menos dos mil bayas en medicinas!


Paseando por el pueblo me encontré a Cándido, que me dio una carta para Misi... No sé que rollo se traen estos...


Buscando a Misi vi en el suelo una planta muy rara, así que la recogí y resultó ser un diente de león. Ahora la tengo en mi casa.

Pues aquí os enseño mi casa:
Como podéis ver, la he decorado con los muebles que me ha ido dando Copito mientras he podido, lástima que todavía me faltó para completar la colección. Al fondo se puede ver la foto de Amelia sobre la mesa, es mi mejor amiga en el pueblo. También puse un astronauta en la pared de la derecha y un mueble regio, los dos me gustan mucho. Más abajo también se ve una nevera verde, solo la tengo por cosas del feng-shui. Enfrente está mi recién ganado trofeo de pesca con una lubina, sinceramente nunca pensé que lo ganaría. Arriba puse mi diente de león y después de este hay una guitarra folk que me dio Da morsi a cambio de un amarguillo si no recuerdo mal. Creo que es la guitarra que hay que darle a Totakeke para tener su foto, el sábado lo comprobaré. Lo demás son giroides, que solo están ahí para sumar puntos de la ADD, y también una rosa morada.

Cuando fui a Tom Nook a vender todas las lubinas que pesqué me pasé también por la tienda de las hermanas manitas, donde Mili me estuvo hablando de las historias de las fotos de la pared:


Bueno, pues finalmente fui a pagar un poquito más de la hipoteca, ¡Solo me quedan 20.000 bayas!

Hoy también llueve sobre el pueblo, pero desgraciadamente es muy pronto para que aparezca un celacanto.

Por el pueblo solo me enconré a Nenúfar, que me dio una carta para Victoria:

Se la di a Victoria y ella me la enseñó, decía que cuando Nenúfar bailaba rock sudaba, bastante estúpida.

De vuelta a decirle que su correo llegó sano y salvo Nenúfar me enseñó una carta muy filosófica que le envió alguien:

Les envié cartas con un regalito a Cándido, Misi, Victoria y Nenúfar.

Y aquí acaba (de momento) el día de hoy.