Historia real "algo exageradilla" sobre mi experiencia con Octavio, de Animal Crossing WW. Preparad los clínnex.
Aún recuerdo aquel día perfectamente. Llegó, ¡oh, Octavio! a mi ciudad Lloret. Me sorprendió su primera frase hacia mí: "Hey pazguata, soy Octavio. ¿!No ves que aún no tengo la casa lista?! Vuelve más tarde o no vuelvas".
Lectores, pensaréis que desistí en hacerle más caso a ese pulpo malhumorado. Pues no. Nein. Hora a hora, día a día, empezamos a hablar más y a profundizar en temas más... ¿íntimos?
"Hola Maxi-N (su mote hacia mí), ¿cómo huelo?" Le contesté: Si apestas... A lo que el descarao' me respondió: "Así es, a sudor. Ese es el aroma de todo macho" Lo que yo diga, hablábamos de cosas bonitas, bellas, con un aroma especial... Mmm, dulce nostalgia.
Un día se puso enfermo. Estuve 3 días trayéndole medicinas (1500 bayas me gasté en total, D':) Hey, pero valió la pena ¿eh? Al día siguiente, por la noche (duerme hasta tarde, el muy fiestero), corrió hacia mí, to' happy. Ohhhh, me dio su foto :3 En ella sale to' potente, resaltando su color rojo intenso y esas cejas tan.. taaaan.. Indescriptiblemente gruesas.
Al mes se mudó. Ya sabéis, la típica excusa, para conocer gente nueva. (Lo cierto es que se fue porque me dejó embarazada O_O) ok no. Intenté ser fuerte, pero se me escapó una lagrimilla. :'(
Al volver a casa, abatida, leí su foto. Jamás borraré de mi mente su frase de ánimo, con su particular sentido del humor: "¡No seas blandengue". Yo traduzco eso por---> ¡No llores por mí!
¡Grande Octavio, grande! :')
_________________
¡14 DE JUNIO, VEN A MÍ!
|