Alice salió de su dormitorio. Se dirigía hacia el cuarto de baño para prepararse para ir al instituto. Ya sabes lo que hacen las adolescentes de tu edad. Se pasan media hora eligiendo la ropa que ponerse. Una vez esto, espérate. Se van al aseo. Se peinan y se hacen el pelo de la mejor forma posible, y si ese día tu pelo está mal, oh, la mejor solución es ponerte un gorro de lana, si ese que te regaló tu abuela las navidades pasadas y que es más feo que las sandalias de la temporada pasada que lleva la gente que no entiende de moda. Sigamos. Lo mejor de todo es cuando se deben maquillar, claro, esas ojeras que tienes, hija mía, como vayas a si por la calle, te tiran piedras. Pásate otra media hora arreglándote para estar guapa e impresionar a ese chico cachas que juega en el equipo de fútbol del americano. Si, ese con el que suspiran todas las chicas de tu clase, ese chico con el que sueñas todas las noches, esos sueños donde estais juntos y sois felices uno con el otro. Ese chico que viste la semana pasada dándose el lío con un compañero suyo de equipo en el callejón que hay al lado del Starbucks del centro de tu ciudad. Si, el chico ese que es más maricón que el pasivo de tu edificio. Bueno, creo que lo has entendido, las chicas se pasan media vida en el cuarto de aseo.
-¡Mamá! - Gritó Alice desde el cuarto de baño -. ¿Qué hay para desayunar?.
Su madre estaba acabando de preparar el desayuno para ellas dos. El padre de Alice se fue de viaje de negocios durante una semana, ya que era un importante empresario de la zona y pasaba muchísimo tiempo fuera, y apenas veía a su única familia.
-¡Hay tortitas con sirope de chocolate y café bien caliente! - Contestó la madre de Alice a su hija mientras preparaba la mesa.
Alice decidió bajar a la cocina para desayunar, pero a pesar de sus problemas de anorexia no le apetecía comer de nada. Una vez llegó a la cocina, se sentó en su sitió, el taburete de la derecha de la isla de la cocina, donde le esperaba una taza de café y unas cuantas tortitas con chocolate junto a una fresa.
-Puff... - Alice suspiró al ver tanta comida en el plato-. Mamá...esto es mucho... - Dijo Alice -.
-Alice, cariño. -Le replicó su madre-. Tienes un problema muy serio y necesitas comer para poder llevar una vida sana.
-Lo sé mamá... pero es que... - Se quejó Alice mientras miraba el plato del desayuno-.
- Venga cariño, termínatelo, que yo me voy a trabajar. - La madre de Alice cogió las llaves que estaban encima de la encima y su bolso que colgaba del perchero de la esquina de la cocina, Se dirigió a la puerta principal y mientras salía se despidió de si hija-. ¡Hasta la tarde cariño, te quiero!-. Seguidamente cerró la puerta y la casa se quedó en completo silencio.
Después de un largo silencio, Alice cogió su bolso repleto de libros como el de literatura, francés e historia y se dirigió a la puerta. Claro era, que Alice no era muy ordenada y casi siempre perdía las llaves de casa.
-¿Dónde demonios están las llaves? - Susurró un poco molesta. - Siempre están aquí....
En ese mismo momento, se dio cuenta de que llevaba las llaves en la mano y se rió levemente de ella misma. Alice siempre tenía la cabeza en otro lugar, en su mundo imaginario, decía ella.
Seguidamente, salió de casa y cerró la puerta. Buscó su scooter azul celeste y la arrancó. Ya era hora y debía ponerse en marcha hacia el instituto.
Cuando llegó, fue camino a aparcarlo en la misma plaza de siempre, la segunda, al lado del coche deportivo de David, el chico el cual la tenía loquita. Alice recogió sus cosas y bajó de su scooter y ya le habían cagado la mañana. ¡David tenía novia! ¡Nada menos que la capitana del equipo de animadoras!, ¡La chica más puta del instituto! Obviamente, se trataba de Cynthia.
-¡Hola Alice! -Saludó David-.
-H..hola... -Susurró Alice mientras se enrojeció al ver que el chico de sus sueños se acordaba de su nombre y se había molestado en saludar.
-¿Cómo estas preciosa? - Le preguntó David a Alice. Cynthia al oir eso le pegó en el brazo.- ¡Ouch! Perdón...
-B...bastante bien, gracias por preguntar. -Respondió Alice con una dulce sonrisa mientras miraba los perfectos ojos de David.
En ese instante, se provocó un silencio bastante incómodo. Era la escena perfecta, con la que tu y todas tus amigas habreis soñado seguramente. Estaban uno delante del otro, frente a frente, mirándose los dos a los ojos. Ese es el sueño que Alice tenía, solo faltaba que David la cogiera por las caderas y la besara como si no hubiera mañana. Los sueños son sueños, y eso, no pasó.
-David, es hora de irnos. - Cynthia agarró del brazo a David lo llevo hacia las clases.- Puta cría...-Murmuró por lo bajó mientras estiraba de su perfecto novio.
Cynthia había jodido ese perfecto momento. El momento ideal para confesarle a David todo lo que sentía por él. Eso si, Cynthia estaba muy molesta por el tonteo que tenía David con Alice, y debía intervenir de alguna forma u otra.
Alice se dirigió hacia su clase de arte, donde sabía perfectamente que Cynthia, si, la hermosa Cynthia, tenía relaciones sexuales espóntaneas con su profesor el Sr. Brown. Podía joderle a vida si lo contaba, pero, mejor no hacerlo por miedo a Cythia, por todo lo que ocurrió el año en que Amelia desapareció. Se sentó en su sitio y recibió un SMS. Extrañada lo leyó y se quedó con la boca abierta.
'Que pena... el pobre David tiene novia... La zorra de Cynthia, la que se tira el señor Brown. ¿Te acuerdas cuando te lo conté? Que cara pusiste... Te quiero, A.'
[Se que esto es revivir un tema muerto de casi un año, pero, encontré el segundo capítulo a medias, y como mi situación está mucho mejor que la del año pasado, decidí continuarla... Perdón pero puedo sacar algo muy bueno de aqui. Se que ahora tengo dos historias activas, pero, me gustaría continuar esta... Gracias ^^]