[b]Nombre: Lira Nishimura.
Edad: 17 años.
Fecha de Nacimiento: 19 de octubre.
Aspecto: De piel bronceada (en el sentido literal de la palabra, es decir; de color bronce, un moreno dorado), melena larga, ondulada, de un tono blanco-azulado natural, ojos grandes y de color caramelo y rasgos suaves e infantiles, Lira es una chica de extrema belleza. Además, es una muchacha de estatura media (1´72 m), constitución delgada aunque con bastante cadera, piernas largas y, en conclusión, una figura que le ha ayudado bastante a alcanzar el estrellato.
Carácter: Lira es una muchacha que aparenta todo lo contrario a lo que es. Básicamente, tiene un carácter excéntrico e hiperactivo que va dejando aparecer según conoce a la persona. Sabe controlar muy bien sus impulsos, pero no puede estarse quieta ni un momento y, además, es propensa a meterse en problemas por ser incapaz de morderse la lengua. Lo peor de todo es que la mayor parte de las veces arrastra también a los demás a ellos, y que suele llevar razón.
Muy reservada, Lira tiende a encerrarse en sí misma y ocultar todos sus sentimientos, mostrando casi siempre una máscara de alegría y vitalidad que no corresponde a lo que suele experimentar realmente. También es muy valiente y bastante humana en el sentido empático de la palabra; no le cuesta mucho ponerse en el lugar de los demás y por ello posee una gran compasión, la cual solo se ve afectada por la venganza o el odio que es capaz de sentir si se hiere a alguien a quien le tenga el suficiente aprecio; esto es muy importante para ella, puesto que le cuesta mucho hacer amigos y más aún tomarles confianza, así que valora muchísimo a los pocos que tiene.
Suele ser acusada de secretismo y brujería con bastante frecuencia, puesto que tiene muchos conocimientos mágicos y es capaz de hacer mucho daño si estudia bien a su objetivo a través de la magia. No tiende a ser rencorosa, aunque sí le cuesta muchísimo olvidar, para bien y para mal.
Entre su reserva y su timidez, Lira suele ser una chiquilla por la que pocos luchan, principalmente porque suelen acercarse a ella por su físico, creyéndola fácil de convencer, y al ir mostrándose ella poco a poco, resulta decepcionante e irritante la mayor parte de las veces. Por esto, Lira suele tener una visión muy pesimista y melancólica del amor y de la vida en general, afirmando que pocas personas merecen la pena y tomando esto como una excusa para no acercarse a los demás.
Ingenua y muy casta, de lujuria y pereza son de las dos únicas cosas de las que no peca; orgullosa como ella sola, no suele entrar en debates porque conoce el resultado de antemano, mas si se mete en uno... defiende su opinión con uñas y dientes, hasta el punto de tomárselo tan en serio que es capaz de romper una tierna amistad solo por orgullo. ¿Avariciosa? Prenda que ve, prenda que se le antoja. Arma que ve, arma que se le antoja. Y así se formaría una larga lista. ¿Ira? Su mal genio muchas veces le puede, aunque suele arrepentirse en seguida y disculparse por su mala educación. ¿Gula? Adora prácticamente toda la comida, sobre todo la verdura, la fruta y los dulces. Y su envidia, relacionada a menudo con la avaricia, suele meterla en bastantes bretes. Ha llegado a robar cosas por puras avaricia y envidia. Lo mejor de todo es que se libra de todas, Dios sabrá como.
Historia: Lira nació en una humilde morada. Su padre era un ninja de gran clase, y su madre, una joven actriz de teatro. Lira se crió desde pequeña en la música, la literatura y el arte de la guerra, así que empezó a tocar instrumentos en cuanto tenía uso de razón, comenzando por el laúd a los cinco años. Durante seis largos años, el laúd y la literatura eran su principal refugio, además de la costura que aprendía viendo a su madre hacerse distintos trajes para fiestas, actuaciones o incluso para otras personas. Lira descubrió en los disfraces una pasión, así que en seguida optó no sólo por aprender a coser y a distinguir las diferentes telas, si no también a fabricar complementos caseros usando la imaginación y una maña que empezaba a formarse. Pero al cumplir los 11 años, su padre falleció; un miembro de Akatsuki le había asesinado. Lira, desde pequeña hermosa y con una gran dificultad para hacer amigos, apenas era capaz de ocultar su dolor. Poco a poco, comenzó a aprender a guardarse sus propios sentimientos; para ella, llorar en público era un signo de debilidad, algo que hería su orgullo y ponía de manifiesto un sufrimiento del que los demás podrían aprovecharse. Fue a esa edad cuando decidió introducirse en el mundo de la guerra que tan de cerca la pillaba, pero que jamás había experimentado, y también cuando se inició con el violín. Su madre no apoyaba la decisión de la pequeña Lira, y lo atribuía a un espontáneo capricho relacionado con la muerte de su padre, así que dejó que ella misma aprendiese la lección; con la violencia jamás se consigue nada, aparte de sangre y dolor, mucho dolor. Pero Lira continuó con sus pesquisas y descubrió una forma perfecta de defender a sus seres más queridos y luchar contra las injusticias; en un mundo donde la violencia es la principal forma de vida, ella no podía quedarse con los brazos cruzados, esperando a la muerte mientras su vida se consumía en el mismo sitio de siempre, quedando expuesta a todos los peligros habidos y por haber, acostándose por las noches sin saber si al día siguiente despertaría. Así pues, Lira comenzó a entrenar todos los días, muchas horas, en el jardín de su casa, descargando aquella ira y ese reverberante y aterrador tormento que la iba devorando por dentro. Dejó un poco de lado la literatura, la costura y el laúd, concentrándose únicamente en su espada.
A los trece años, se escapó de casa y viajó durante varios días para presentarse a un examen. Ella jamás había estado en una escuela ninja, así que no sabía a qué se enfrentaría. Varias durísimas pruebas, la mayoría prácticas, le esperaban a varios kilómetros de su hogar. Vagando sola, desamparada, expuesta al frío, con escasas pertenencias y monedas, consiguió sobrevivir a duras penas, viéndose obligada a robar y a sacar su espada en varias ocasiones. Sin embargo, aprobó todos los exámenes y con nota, sin ni siquiera haber pisado jamás una escuela ni teniendo matriculación de genin, algo que le causó bastantes problemas al presentarse. Las pasión y destreza con las que luchaba sorprendió a muchos novatos que, en toda su vida, no habían aprendido lo que ella en dos años. Lira ascendió directamente a chunin, y al volver de su viaje, paró para quedarse en un pueblo por una gran tromba de nieve. Gracias a eso, conoció a un joven esgrimago en un bar, a quien le suplicó que le enseñase aquellas extrañas y curiosas artes. Lira se quedó durante largo tiempo allí, efectuando misiones para poder pagarse un pequeño hogar en el pueblo, y realizando algún que otro trabajo de costura. En esos años, fue aprendiendo también un poco de gastronomía, aunque en seguida descubrió que no era una materia en la que destacase. Con dieciséis años, Lira se presento al examen de jounin, aprobándolo con nota, y decidió volver a su hogar. Se encontró, sin embargo, con la terrible noticia de que habían asesinado a su madre, justamente el mismo grupo que así lo había hecho con su padre, y que la estaban buscando a ella. Lira se prometió a sí misma que aquel largo viaje y su rango de jounin no serían en vano, y se arrepintió sobremanera de no haber visitado a su madre en tan largo tiempo. Su puesto en el teatro, sin embargo, estaba vacante, así que lo aceptó en cuanto se lo ofrecieron; está convencida de que es lo que su madre hubiese querido, a pesar de las muchas críticas que le llovieron al hacerlo.
Actualmente, sigue entrenándose y buscando pistas de los Ave de Paso, mientras sigue expresándose por medio de la música y evadiéndose cuando más lo necesita gracias al teatro, la literatura y la costura.
Elementos: Su elemento principal es el agua en todos sus estados, preferentemente en estado líquido.
Técnicas que suele usar: [En Construcción]
Magia: Únicamente la relacionada con la Naturaleza, aunque en sus viajes también aprovecha para preguntar por los distintos tipos de magia posibles.
Talentos (en caso de que tenga): [En Construcción]
Otros: *Tiene grandes dotes musicales; una preciosa voz, una gran habilidad para tocar el violín y el laúd, y unos ritmo y energía excelentes. Le gustaría aprender también a tocar el instrumento más complicado; el arpa.
*Adora la literatura, especialmente los poemas narrativos, las epístolas y el teatro, por lo que gran parte de su tiempo libre lo dedica a leer y, a veces, a escribir.
*Su aspecto físico apenas le importa; solo lo que le obligan para actuar. Lo que sí le importa bastante es su ropa, la cual suele ser excéntrica y muy colorida.
*Tiene bastantes síntomas de autismo; principalmente, le cuesta mucho empezar y mantener una conversación, y más aún llevar las riendas en un grupo, además de que tiende a tomárselo todo al pie de la letra.
*Es totalmente asexual.
*La Naturaleza es para ella un referente de calma y tranquilidad, así que suele viajar bastante cuando puede solo para descubrir distintos paisajes, y la defiende con todo su ser
*Adora la magia y las espadas, así que se inicio como esgrimaga para poder dominarlas ambas. Posee un estoque y dos floretes guardados en un rincón inhóspito al que también suele acudir con bastante frecuencia, y el cual solo ella conoce.
*Hizo teatro para poder representar a cualquier personaje y así poder huir de sí misma; por ello también adora disfrazarse y sabe coser muy bien, al igual que fabricar complementos como máscaras, espadas, orejas, garras o colas de animales, cascos, etc.
*Le encanta la gastronomía y le gusta prácticamente todo, así que en cuanto tiene ocasión de cocinar, lo hace, aunque no es demasiado buena...