Como la gente leyendo rebosa, pues empezaré a inventarme personajes sobre por aquí, si no la historia queda vacía.

Y gracias por leer a los pocos que lo hacen xD




Tras el ataque de Artyom, se le cayó la capucha de la sudadera, y pude apreciar más su aspecto.
Era más jóven de lo que me pudiera haber imaginado. De hecho, tendría una edad poco superior a la mía.
Era una media cabeza más alta que yo, y tenía un pelo castaño muy oscuro, que jugaba con sus ojos.

Pero se volvió a colocar la capucha.
Ángel tosía.

- ¿Estás bien? - Yuzu se acercó corriendo.
- Su...pongo... - Tosió.- No se lo que hizo, pero... tomó mi as...pecto y no pude moverme
- Ángel... - Intervení.
- ¿Sí?
- ¿Qué tal la misión de ayer?
- Sabes que soy yo, capullo... - Rió.
- Buen trabajo, Artyom. - Ladró X con su vocecilla irritante de mandón.

"Pero si la culpa es tuya, tienes el sentido de la seguridad donde atrás", me gustaría haber dicho.

Artyom no dijo nada, y desapareció en un portal.

- Te diría que hoy no hicieses la misión por el ataque que recibiste, pero como siempre te escabulles, pues la haces, ¡y que yo me entere! - Dijo X. - Ahora, ¡seguid con lo vuestro!

Que le den, y me fuí al tablón de misiones.



Bajo dijo cuando apareció el rubiales.

- Esta vez no te escabulles. - Le dije a Ángel que era observado por X firmemente, mientras observaba su trabajo. - Te toca también en el pueblo A...
- Sí, hagámosla juntos.
- Eso es porque quieres hacer lo menos posible...


Habíamos llegado al pueblo, en un portal.

- ¿Qué tienes? - Dije.
- Matar a un Akuma de los bichos esos grandes. ¿Tú?
- Invasión akuma de bajo nivel... seguramente sea traida por el bicho grande, y misión múltiple.
- En ese caso primero vamos al grande para que no genere más, y nos cargamos después los pequeños.
- ¿Y donde está?
- Te crees que lo sé...
- ¿No es Artyom aquel? - Señalé hacia atrás.

Artyom estaba sentado en el suelo, observando el infinito.

- No puede ser.
- Pues ahí está.
- Ese debería estar en una misión grande, con Akumas humanos rodeándole, y metiéndoles a todos ellos cadenas en la cabeza, y todo ese rollo.
- Pero está ahí.
- La verdad es que me siento mal por no darle las gracias por haberme salvado, así que se las daré.
- Está bien, vamos.

Nos acercamos a él, ni siquiera nos miró.

- Hola. - Dijo Ángel.
- Hola. - Dijo.
- Esto... ¿qué haces aquí?
- No tengo misión, y este sitio me da nostalgia.
- Bueno... me gustaría darte las gracias por salvarme antes del Akuma.
- No hay de qué.
- Y... ¿sabrías por dónde está un Akuma grande? Necesitamos matarlo. - Intervení.
- Creo que lo oí cerca, atrás... ¿queréis que lo mate?
- Hmm... no creo que suponga problema... creo...
- Por si acaso, estaré aquí.

- Casi que deberías haberle dicho que sí. - Decía Ángel mientras corríamos hacia una dirección por la cual se notaba presencia.
- No me gusta causar molestias... por aquí... - Me desvié.


Tras una caminata, llegamos. Mediría unos cuatro metros, tenía forma de rata, pero era totalmente rojo, y unos negros ojos destacaban.

- ¿Sólo esto? Bah... es tan débil que hasta tu puedes... vamos, Zexión.
- Que te den, encima que nunca haces nada...
- Argh... qué pesado.

Ángel sacó garras y dió un ligero salto. Puso sus brazos en cruz, y, delante de la cara del Akuma, los abrió y le produjo profundos golpes. Acto seguido volvió sus garras más gruesas, pero puntiagudas, y sin descanso atacaba al Akuma.

- ¡Eh, habíamos quedado en hacer la misión juntos!

Suspiré e invoqué los abanicos, los hice más grandes y me dispuse a cortarlo también.

Poco después, Ángel le dió un golpe crítico en el cuello, y se disolvió en un humo rojo.

- Ya está, ahora a por los pequeños. - Dije.
- ¿Dónde están?
- No deben de andar lejos... mira, allí hay un portal rojo.

Nos acercamos a este, no salía nada.

- Traeme un té mientras espero... - Dije sarcásticamente.
- ¿No será una trampa?
- ¿Otra?
- ¿Es que acaso te hicieron una antes?

Un resplandor nos rodeó, seguramente paredes invisibles.

- Tu lo dijiste, hermoso.
- Mira alrededor. - Dijo Ángel cuidadosamente.

Lo hice, pero no había nadie.

- Pues o está escondido o está actuando dentro de ese portal rojo. - Ángel señaló el pequeño portal por el cual deberían salir Akumas. - ¿Nos la jugamos?
- ¿Qué nos jugamos?
- Me lo tomaré como un sí, ¡vamos a entrar, Zexión!
- Que te den...

Ángel metió sus garras dentro del portal. Una fuerza lo empujaba hacia dentro.

- ¡Ayúdame, Zexión! ¡Empújame hacia atrás!

Lo hice. La potencia que atraía desde el agujero era muy fuerte.

Ángel separó las garras para "abrir" el agujero de los Akuma. Estuvimos lo que a mi me pareció mucho tiempo, aunque finalmente parece que hizo algo.
El agujero aumentó, y se volvió de un color negro.

- ¡Rápido! - Se alarmó Ángel.
- ¿El qué?

Ángel entró dentro del agujero, y me agarró de la pierna. Como pude, también entré.

Llegamos a una habitación roja chillona, muy iluminada. Así que no pude apreciar bien los detalles.

- ¡Argh!

Después del grito, noté el sonido de algo lanzándose contra mí. Intenté ver, a pesar de toda la luz, pero estaba delante de mis ojos.
Acto seguido, desapareció, y volvió a la mano derecha de la silueta que lo había lanzado.

- Pensaba que eras Akuma.

Esa voz grave y seca era de Cexo.

- ¿Qué haces aquí?
- Sospeché que era una trampa, supongo que al igual que vosotros.
- ¿También te mandaron una misión en PuebloA?

Miré a mi alrededor, a ver si veía a Ángel. Estaba a mi derecha, sentado en el suelo.

- Sí. - Contestó Cexo.
- Ángel, ¿estás bien?
- Un poco... - Dijo este con voz cansada. - Algo me apretó la cintura muy fuertemente al pasar... aún me duele...
- ¿Qué te apretó?
- No lo sé...
- Entonces a lo mejor hay alguien aquí.
- Puede ser, también puede ser que alguien haya salido al exterior. Vaya, que los cruzó a la vez que nosotros, pero hacia el otro lado...
- ¿Qué te mandaron hacer, Cexo? - Pregunté.
- Investigar. Notaron presencia Akuma peligrosa...
- Y viene a ser la invasión. Todas las misiones están relacionadas. X debe de tener pocas luces como para mandarnos a los tres a lo mismo.
- No insultes a X... - Dijo Cexo.
- ¿Por qué?
- Es nuestro jefe...
- Bah, como si es mi madre. - Miré hacia atrás, hacia el portal. Había vuelto a ser pequeño. - ¿Volvemos a pasar?
- Ya es difícil. - Respondió Ángel. - Y a lo mejor hay un Akuma aquí.
- Ángel, ¿qué tal la misión de ayer? - Pregunté.
- ¿Eres idiota?
- A lo mejor en el momento de pasar un Akuma hizo algo con alguno de nosotros...
- Bien pensado, pero ese Akuma ya la palmó.
- A lo mejor hay otros con poderes similares.
- ¿Y si es Cexo?
- Cexo, ¿qué tal la misión de ayer?
- Yo si hago misiones. - Se limitó a contestar él.
- Vale, pongámonos serios. - Dijo Ángel. - Estamos dentro del edificio de los Akumas, aunque como los agujeros son poco seguros, esta sala esta hecha para que no podamos acceder más allá de su edificación... aunque tal vez podamos, de algún modo...
- Entrar en el edificio de los Akuma son misiones para rango S, no creo que podamos...
- Yo casi estoy en el rango S, así que... - Dijo Ángel.
- Estás en el B...
- Pero porque no hago misiones, si no...
- Cexo, ¿a qué rango perteneces? - Pregunté.
- Al A.
- Hmm... no se si podríamos hacer gran cosa...
- Pero... - Dijo Ángel. - Es difícil volver.
- Tendremos que acabar volviendo, aunque demos rodeos por aquí. Una pregunta algo tonta... ¿podemos volver haciendo un portal?
- No, no... si no entraríamos y saldríamos de la edificación de los Akuma cuando quisiéramos, y ellos igual.
- ¿Y qué podemos hacer para salir?
- Podría hacerlo, trabajando sobre el portal, pero me llevaría tiempo... - Dijo Ángel. - Mientras podríais dar un rodeo.
- Lo difícil es salir de esta habitación... está totalmente cerrada, menos ese vidrio azul. - Señalé a la otra pared, que tenía un largo vidrio de color rojo por el cual salía casi toda la luz, era muy grueso. - Pero debe de ser imposible de romper.
- Ese vidrio lo pueden cruzar los Akuma, así es como entran y salen. - Dijo Cexo lentamente. - Nosotros podemos, pero es demasiado difícil, y ninguno de nosotros puede hacerlo.
- ¿Y quién puede? - Preguntó Ángel.
- Lex, Artyom... X, por supuesto. Y a lo mejor algún otro de clase SS.
- ¿Más o menos en qué consiste?
- No me enteré bien de lo que hizo Lex... una vez me encerraron aquí, en mis primeros días. Lex me salvó, y, como tenía una misión aquí, lo cruzó... Después me dijo que Artyom también sabía hacerlo. Y, bueno, es obvio que X también podrá.
- Lex era... el tipo más fuerte de la organización junto a Artyom, ¿no? - Pregunté.
- Sí. - Respondió Ángel. - Son los únicos X temidos por los Akuma. Dejemos la cháchara: No podemos hacer nada, así que intentaré abrir el portal.

Ángel se puso a hacer cosas con el portal, como forcejearlo o cruzarlo con el brazo lentamente. Me dediqué a esperar.

Y a esperar.

- ¡KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
- ¿QUÉ COÑO ES ESO? - Gritó Ángel.
- ¿Qué? - Me asusté.

Ángel saltó hacia atrás y se alejó del portal, algo viscoso salía de él. Saqué los abanicos rápidamente.

Muy chula,si señor,larguísimo parrafón.

Lo siento, ea semana de exámenes...

Artyom, es protector, melancólico y... ¿algo dulce? (se me parece, aunque yo soy la alegría de la fiesta).
Ángel, ¿qué tal la misión de ayer? (?)
Y venga, otra trampa, tu nunca aprendes, ¿no?
¡¡¡OH DIOS MIO EL AKUMAFICIO!!!
Yujuu soy el maestro salvador, jo, estoy más seco que el cachopo que me he cenado. (?)
Mecagüen... no se hacer lo único que se necesita...
KYAAAAAAAAAAA ._. y yo con esa cara.
Algo viscoso... GELATINA AKUMAAAAAAAAAA (?)

Chao, que yo nunca te abandono (?)

El portal se extendía paulatinamente, una masa viscosa intentaba salir de él.

- ¡Hay que cerrar el portal antes de que esa mierda entre! - Exclamó Ángel.
- Está demasiado fuera... - Dije.- ¿Podrías?
- ¡No, porque no tengo idea de como cerrar portales! ¡Además, si lo hacemos, nos quedaremos encerrados aquí seguro!
- ¿Y si nos cargamos eso?

Era una masa viscosa grisácea, con un toque rosa. Palpitaba repugnantemente.

- ¡A ver quién es el notas que intenta acercarse a eso! - Vaciló Ángel.
- ¡Ya debió salir como un metro de esa mierda del portal! ¡Y sigue saliendo!

Cexo se adelantó.

- Out of Arm... ¡Hoyo!

Cexo se iluminó de un aura negra y corrió hacia la masa viscosa y se lanzó contra ella, en dirección hacia el portal. La atravesó, haciendo un agujero con su cuerpo. La masa de alrededor se desintegraba. Al llegar al portal, lo pisó, lo cual hacía que su pierna destrozase el resto de masa que seguía saliendo.

- No aguantaré demasiado... - Dijo Cexo.
- ¿Qué hago? - Preguntó Ángel. - ¿Abro o cierro el portal?
- Si lo abres, esa cosa llenará la sala... la unica manera es cerrarlo.
- Pero, nos quedaremos encerrados.
- Yo puedo abrir un portal.
- ¿Un portal hacia afuera?
- ¡Cierra el portal, rápido! ¡No aguanto más!

Ángel corrió hacia el portal, sacó garras en su mano derecha y la introdució dentro del portal. Desde dentro del portal se escuchaba una perforación, y el portal se fue consumiendo hasta que desapareció. La poca masa que salió después fue desintegrada por Cexo, que se sentó en el suelo, jadeando.

- Uf... salvados... - Ángel se sentó en el suelo también.

Yo hice lo mismo que ellos, y me senté en el suelo.

- ¡¿Y tú por que te sientas, si no hiciste nada?! - Exclamó Ángel.
- ¡Que te den, ¿vale?! - Contesté. - Oye, ¿eso era un OA?
- Obvio. Tu no sabes hacer uno, ¿no?
- Sí... si te lo conté... ah no, fue al falso Ángel.
- Pero... ¿lo aprendiste entrenando?
- No, fue solo...
- Entonces es un OA natural, considérate afortunado. ¿Cuál es?
- No lo sé... Yuzu dijo que tampoco era demasiado extraño. Mi cuerpo cambiaba junto a mi arma.
- Me suena... no es extraño, pero tampoco común. Creo que se llama "Forjar", o algo así. Los OA tienen nombre para que sean reconocidos. El que hizo Cexo es un OA entrenado. Lo sabe usar casi todo el mundo: Es muy útil, deberías aprenderlo.
- Yuzu me dijo que tu tenías un OA natural muy extraño.
- Ah... sí, es raro... y mola que no veas. Ya te lo enseñaré...
- Ya estoy menos cansado. - Interrumpió Cexo. - Creo que estoy capacitado para hacer el portal.
- Está bien. - Dijo Ángel. - Escuché que los portales que penetran el territorio de los Akuma son muy complicados de hacer, y, si no los sabes crear bien, pueden tener inconvenientes.
- Escuchaste bien. - Cexo cerró los ojos y se concentró. Sus dos manos se cubrieron de un aura negra, la cual salía de estas. Se concentraba en un punto, que se iba ampliando hasta crear un portal.
- ¿Por qué no dijiste antes que podías hacer uno?
- No sé, entrad.
- Ángel pasó por el portal, y ya se encontraba al otro lado.

Me acerqué al portal, y sentí una potente atracción gravitatoria hacia el portal. Intenté alejarme para que no me agarrase demasiado fuerte.

- Oye... no creo que lo sepas crear sin que tenga inconvenientes, como dijo Ángel. ¿Qué tipo de inconvenientes son? - Dije rápidamente, con temor.
- No te preocupes, a ti no te pasará nada. Entra, que no aguanto más.

Cexo tenía un aura oscura rodeandole las manos y los pies. Estaba apresado en los pies por ella.

- No me digas que ese aura oscura te bloquea los pies...
- Sí, ¿y qué?
- Entonces... para liberarte debes dejar de usar tu poder para crear el portal.
- ¿Y qué pasa?
- ¡¿Ese es el inconveniente?! Entonces... ¡tu no podrás pasar!
- ¿Y qué problema tienes con ello?
- ¡Que te quedarás aquí encerrado! ¡No puedo dejarte aquí solo!
- Pasa por el portal.
- ¡No!
- Entonces pasarás por la fuerza.
- ¿Cómo? ¡No puedes moverte!
- Out of Arm... ¡Aura!

Algo con la silueta de Cexo salió de él y se expandió, empujándome con fuerza hacia atrás, hacia el portal.
Con las últimas fuerzas que me quedaron, me sujeté con ambas manos a la pared, mientras el resto de mi cuerpo cruzaba el portal. Con todas mis fuerzas, articulé:

- ¿Y... qué pasa sí... si no puedes volver?
- Volveré.
- ¿Y si no?
- Argh... está bien... si en tres días no vuelvo, pide ayuda. ¿Contento?
- Ni un segundo más. - Sonreí.

Solté mis manos y fui empujado hacia el portal.

Oh dios mio, ya me quieres matar de la historia (?)
#Okno. Ya sabes, si en tres días no te hablo, preocupate...
JUAS Eres un sobrao, te sientas por aparentar.
¡Esa masa blob es horrible!

Out of Arm

Al abrir los ojos, tenía las manos totalmente pegadas a los abanicos, sin poder sacar siquiera un dedo.
Volví a cerrarlos. ¿Por qué no probar algo nuevo? ¿Y si me la jugaba? ¿Y si me la jugaba con algo radioactivo? Para aumentar el abanico (nunca mejor dicho) de posibilidades que tengo y tendré al luchar.
Entonces, pensé de forma tóxica.

Los abrí de nuevo. Miré a la derecha, la hoja de mi abanico estaba blanda y negra, con un toque morado, goteando algo que no producía un efecto muy agradable al caer al suelo. Miré a la izquierda, lo mismo pasaba. Miré mi brazo... en el mismo estado que la hoja... amoradado... semilíquido... chorreando líquido corrosivo que estropeaba el suelo...

¿Por qué usar los abanicos, si mi cuerpo es igual?

Salté hacia ese gigante insecto de los Akuma, sostenido sobre cuatro patas. Una especie de cornamente extraña sobre su cabeza...

Le asenté un puñetazo con mi brazo derecho, chorreando ácido. Contra su cabeza. Ácido contra su cabeza. Cabeza que se deshacía.

Quería completar con ese otro OA, pero qué pena que necesite más tiempo para aprenderlo completamente. Terminé cortándole en cruz, tras invocar los abanicos.










Esa masca viscosa que trató de entrar por el portal estaba ahí. Una especie de gusano muy largo.

- ¿Por qué tardaste tanto? - Preguntó Ángel.

Tras explicarselo, nos pusimos manos a la obra para terminar con lo que quedaba de gusano.

- Mira, esto es lo que hizo Cexo. - Dijo Ángel. - Hoyo... - Ángel se envolvió en un aura negra y se abalanzo contra el gusano, partiéndolo en dos partes. Tras unos segundos, volvió a juntarse. - ¿Se regenera? Los de este tipo hay que agujerearlos totalmente... ¿querías que te enseñase mi OA?
- No.
- ¡Mira! ¡Licántropo!

A Ángel le envolvió un anillo negro. Ángel aumentó unos centímetros a la redonda de tamaño, y sus garras salieron, más grandes de lo habitual. Su piel se volvió negra rojiza, y sus ojos amarillos. Colocó las garras de sus manos en el suelo, para después salir corriendo, arrastrándolas. Corrió hacia lo que parecía ser el principio (o el fin) del gusano, e hizo un ataque con sus garras devastador, y corría hacia la dirección que apuntaba el resto de su cuerpo, devorándolo por completo, y dejando cenizas negras hacia atrás. Cuando terminó, volvió a su forma original, y me miró.

- ¿Y bien?
- Entonces, ¿te vuelves negro para arrañar?
- Supongo que sí, si de esa forma lo quieres mirar. Mis garras aumentan muchísimo de fuerza y me quito lo que está en medio fácilmente, pero me cansa bastante...
- ¡Mola! Enséñame a hacerla.
- Recuerda que es un OA natural, no se pueden aprender.
- Hmm, cierto...
- Pero te puedo enseñar el del Hoyo si quieres: Casi todos lo saben, y sirve mucho.
- Está bien.

Ángel estuvo enseñándome los principios de concentración para adquirir el poder, y conseguí rodearme de una ligera aura, pero no era negra del todo. Quedamos en que lo demás me lo enseñaría otro día...









Así que es una pena que no haya podido usarlo. Pero me lo aprenderé rápido, por si necesito ir a ayudar a Cexo... Hoy es el primero de esos tres días que debo esperar.

Acabé con el Akuma gigante y volví a la base X en un portal.


Llegué a la base, y había muy poca gente, ví a Yuzu y me acerqué.

- ¡Observa mi poder! - Grité, y cerré los ojos para activar el OA que me permitía cambiar la constitución de mi cuerpo junto a la del arme.
- ¡Observa el mío! - Yuzu me golpeó en la cabeza con el puño.
- ¡Has logrado llegar a mi cabeza! ¡Un gran paso para una pequeña humana!
- ¡Vámonos a Pueblo A, que te parto allí la cara!
- ¡Vamos, vamos! - Envolví mi mano en oscuridad.
- ¿De verdad quieres ir?
- No. - La oscuridad de mi mano desapareció.
- Entonces ese es el OA natural que me dijiste la otra vez... no recuerdo el nombre.
- Ángel me dijo algo de que se llamaba "Forjar".
- ¿Lo miramos?
- ¿Cómo?
- Hay un libro con todos los OA registrados hasta la fecha. Así conocerás la mayoría y aprenderás algunos entrenados.
- ¿Dónde está?
- Hemos de pedírselo a X.
- Entonces paso.
- Se lo pido yo.
- Vale.
- Interesado.
- Lo sé...


Yuzu se fue, y volvió con el libro, bastante ancho. Se sentó en un sofá de la base y lo abrió. Me senté a su lado.


- Pesa mucho. - Dijo ella. - Es un libro muy gordo.
- Ah, ya tenéis algo en común...

Recibí un golpe.

- Veamos... está dividido en OA entrenados y naturales. - Yuzu abrió en el apartado de naturales, por la letra "F". - Si Ángel tiene razón, debería estar aquí... ayúdame a buscar.

Mientras buscábamos mi OA, vi muchísimos otros, y me paré a leer algunos.






- Es este. - Dijo Yuzu.





- Entonces es Forje, no Forjar... - Contesté. - ¿Qué significa que sea Complementario o Único?
- Complementario permite utilizarlo junto a tu arma. En los únicos no puedes utilizar tu arma, sólo tu cuerpo.
- Hmm... ¿Hoyo es complementario?
- No, es Único, ¿te dio por aprenderlo?
- Ángel me lo está enseñando. Dice que saben usarlo casi todos.
- A mi el método de Ángel no me daba buenos resultados, así que me busqué mi propio método.
- A mi Ángel me dice que me concentre en recibir el poder, el aura...
- Sí. Yo probé de otra manera para ver si conseguía mejores resultados. Intenta sentir el poder, como si ya lo tuvieses... a mi eso me funcionó mejor. Bueno, ¿devuelvo el libro?
- No, voy a mirar.
- Vale. Luego lo devuelves a X, tú.
- Está bien... - Suspiré.

Me quedé un tiempo leyendo el libro, conociendo muchos nuevos tipos de OAs. Y me fijé en varios que me gustaría poner en práctica, por si tenía que volver al edificio de los Akuma.

Primer día en que me dejas abandonado...
Molan los nuevos OA, ¿convencemos a Nintendo para que te hagan el juego? (?)
#Okno. Oh dios mio. Apocalípsis. Ángel de profesor. Lo que hay que ver.
Devuelve el libro rápido que el bibliotecario te tiene mania (?)

Como no me saques de esta... (?)
Chao :3

Me he leído casi todos los capítulos de un tirón
Me ha encantado, la historia es muy original y te expresas genial.
Los akumas son tan adorables ^3^ (?)
Y lo de Cexo ya me mató xd literalmente, ahora mismo estoy muerta okno
Has ganado una nueva seguidora, me voy a leer los tres capítulos que me quedan.
Sigue pronto o morirás tú también

Tick, otra más que pienso aprender. ¿Habrá sido la que utilizó Cexo?

Cerré el libro, lo cual causó que desprendiera algo de polvo.


Me dirigí al tablón con las misiones. Llegué a mi nombre y arranqué mi papelito.



Me fijé en el nombre de al lado, "Julio", el chico con el que me intercambió la misión. Leí.



¿Lo mismo que yo? Tiene pinta de ser algo gordo, comprensible que lo mande a más de uno.

Desaparecí en un portal.


Qué pesadilla, el ruido ya se oyó nada más llegar. Algo causaba estragos y debía de investigarlo.
Hice algo tan obvio como seguir por dónde venía el ruido.

Avancé calles y llegué a una parte en la cual ya había polvo. y se veían edificios derrumbados.

- ¡No andará lejos! ¡Seguid con la masacre! - Gritó desde la lejanía una voz que me resultaba familiar.
- No estará aquí así porque sí, tiene que estar muy, muy escondido... - Esta vez sonó una voz femenina, suave y tranquilizante.
- ¡Por si acaso! ¡Hostia, un X!
- ¿Ya han venido a meter las narices? ¡X es eficiente!
- Lárgate, me ocupo yo de él. Busca el lugar escondido si te hace ilusión.

Se escuchó a alguien alejarse corriendo, supuse que sería la mujer.

- ¡Voy a por tí, X!

Me alarmé. Algo grave, regresar. Me concentré en la sala circular, cerré el puño, noté que estaba llegando allí, rodeado de poder... poder que, al cabo de un segundo, se esfumó por completo.

Abrí los ojos, paredes cristalinas me envolvían.

- ¡Tú otra vez! - Se escuchaba detrás de mí.

Me giré inmediatamente. Túnica roja, capucha roja... Rayo amarillo, dibujado en la frente de la capucha. Flequillo rubio, cayendo...

- ¡El técnico! - Grité.
- Muy gracioso... te infravaloré la otra vez y me pillaste por sorpresa... esta vez te derroto, usaré mi poder seriamente.
- ¡Eso dicen todos los inútiles!
- Menos yo...
- ¿Qué pretendéis esta vez?
- ¡Largarnos, si puede ser! ¡De una vez encontrar la salida para que caiga X! ¡Está aquí!
- ¿Qué salida?
- Es verdad, tú no lo sabes.
- ¡Deja de liarme! ¡Tú quieres confundirme!
- Eso también hubiera funcionado...
- ¡Dejad de destrozar las viviendas de la gente de este pueblo!
- Bueno, gente, tío... No nos puedes detener.
- ¡Te tengo aquí para hacerlo! ¡Y ya me cargaré a la tipa esa con la que ibas!
- Cuatro, chaval...
- ¿Eh?
- Somos cuatro... el grupo Akuma más letal... ¡Los cuatro elementos! Y no te creas que somos débiles. No me derrotarás aquí, ni pensarlo... y a los demás tampoco.
- ¿Los cuatro elementos?
- Sí... el poder del agua... del fuego... de la tierra, y el mejor... el mío.
- ¡La electricidad no es el cuarto elemento, idiota! ¡Es el viento!
- ¿Y quién te ha dicho que me limite a la electricidad?
- ¿Cómo?
- Eso es un subgénero... de todo lo que puedo hacer. Yo soy V, tío.
- ¿Eres el vien...?

"V" se envolvió en un aura de viento y se elevó en el aire, a varios metros sobre el suelo.

- Ahora, aquí te eliminaré.

V concentra viento alrededor de su cuerpo, y de él sale un rayo verde, que va hacia mi cuerpo y lo atraviesa.

Un rayo verde, intenso, que me penetra los párpados. En forma de... ¿aurora boreal?


- ¿Viste que no me limito a la electricidad? - Dijo sonriendo.
- Lo he visto.
- ¡Ahí va!

El hombre se envuelve en viento y me lanza un gran vendaval contra mí, que casi me derrumba.

- Hoyo... - Dije.- Hoyo... En vez de concentrarme en recibir el poder... sentir que ya lo tengo... el poder...
- ¿Qué mascullas?
- Tengo el poder...

Me envolví en un aura negra y abrí los ojos, el vendaval me daba en los ojos, y me dañaba.

Salté. Atravesé el vendaval, iba contra él. Notaba como mi cuerpo anulaba su fuerza.
Llegué frente a V. Y me lancé sobre él.

Lo agarré, para que no pudiera desprenderse de mí. Y caímos al suelo, yo sobre él.

Al aterrizar, noté que mi cuerpo se electrocutaba, con tanta fuerza que me iba a morir. Rápidamente solté a V y me incorporé.

Buen intento... cof... ya me han hecho eso de sobra... no vas a atravesar a un humano tan fácilmente... aunque si que duele... ¡No escaparás!


Debajo de mi cuerpo empezó a empujarme un viento fortísimo, hacia arriba. Me elevaba, me hacía daño su intensidad. Pero...

...cerré los ojos. Mis manos se aferraron con una fuerza increíble a mis abanicos. Los abrí. Me concentré... mis abanicos pasaron a ser mucho más amplios, y su hoja de una constitución de plumas. Por lo cual, mi cuerpo también.

Al ser tan liviano, me dejé empujar por el viento hacia arriba. Ascendía, y seguía ascendiendo.

- ¿Ahora te lanzarás contra mí? - Dijo V desde abajo. - ¡Inténtalo!
- ¡Qué va!

Salté desde el viento y planee con los abanicos de pluma. Abajo veía la barrera invisible, que crucé desde arriba.

- ¡Capullo, saliste otra vez!
- La otra vez salí por arriba, ¿por qué esta vez no iba a ser igual?
- ¡No escapas, aquí va otra!
- Si te da tiempo, chao.

Desaparecí en un portal.







- ¿Julio no acudió a la misión?
- Al menos no lo ví.

Le había acabado de contar a X la razón del alboroto en Pueblo A y mi encuentro con V.

- No ví a Julio ni salir de su habitación... pero puedo localizarlo fácilmente... y, por supuesto, nos encargaremos de esos. Gracias por la información, Zexión, buen trabajo, puedes irte a dormir por el momento.

A ver si en verano fluyen los capítulos, ¿eeh?
Bieeeeen: ya sabemos uno de mis OA (?)
Por fín una batalla de verdad...
El Larxene pasó a ser Xaldin, lo que hay que ver (?)
Juas se la volviste a jugar, muy listo tio xD
Julio no aparece porque todavía estamos en Junio, chiste malísimo xD
¿Cuántos días son ya desde que me dejaste en la trampa Akuma?
SACAAAAAAAMEEEEEE (?)

Chuu :3