Aly- ¿adónde crees que vas?
Pillada. Son las 16:30 y he quedado en casa de Maikel para no-sé-muy-bien-qué. Asumí que debía ser discreta, ya que se hoy se supone debía ir al "casting" que Devi se muere por hacerme para formar la voz de la banda. Mierda.
CAPÍTULO 5 Rori- He quedado
Aly-
¡¿es para lo que creo que es?!
Rori- No sé qué es lo que crees que es pero...
Aly- ¡Es para el casting!
Rori- ... exactamente.
Aly- ¿Y a qué viene tanta discreción, Rori?
¿acaso crees que me voy a poner celosa porque tu captaras su atención y yo no? No te preocupes. Tómalo como un favor.
Rori- Lo haré. Gracias - sonreí y cerré la maldita puerta dejando atrás a mi hermana cotilla.
¡¿Dónde narices está este dichoso lugar?! ¡ahá! Debe ser esa casa tan mona. Era bastante occidental y blanca como la orchata. Tenía encanto. Nada más llamar al timbre, Maikel me recibió y me hizo entrar a su habitación.
Me senté en su cama, intentando actuar lo más cómoda posible; cuando, ciertamente estaba echa un manojo de nervios.
Rori- ¿Y bien?
Maikel- ¿Te gusta? - dijo mientras señalaba su guitarra. Lo cierto es que era preciosa. Era tan único como Maikel.
Rori- Sí... ehm.
Maikel- Vale, sí, lo siento - se sienta en la silla en frente de mí-.
Rori- No, lo cierto, es que me encanta esa guitarra. Es única. Especial. En eso se parece a su dueño
Maikel-
Gracias, Rori... - vuelve en sí- Bueno, al grano. Quería hablarte sobre lo que viste ayer, en el centro comercial.
Rori- Oh, vaya, de eso también quería hablarte yo. - prefiero decírselo yo antes.
Maikel- ¡No fue lo que pareció ser! En ningún momento engañaría a Sasha con otra, ¡y muchísimo menos con otras! - se levanta alterado-.
Rori- Yo... prefiero no meterme, Maikel.
Maikel se sienta, cabizbaja.
Maikel- Todo ha sido un malentendido. Me vio con todas esas chicas porque estaba buscando una vocalista para la banda, porque sé lo que significa para ella todo esto de la música. Es su pasión. Es su vida. Quería sorprenderla con la vuelta de la banda renovada. Pero, luego apareciste tú. Y, pensó que estaba flirteando contigo o algo y...
Rori- ¿Conmigo?
Maikel- ...¡¿cómo haría algo yo así?! Es el amor de mi vida. La única que me ha amado tal cual soy. La única que no me ha tratado como un auténtico pringado.
Rori- Maikel... - le doy la mano- ... te creo. Pero esto que me estás contando se lo tienes que decir a ella. No a mí.
Maikel- Es que no quiere escucharme. Y, en el fondo, me dolió mucho que desconfiara y pensase eso de mí. No me apetece rebajarme como siempre. También... -para en seco y me mira a los ojos-.
Rori- Qué.
Maikel- Esperaba que me ayudases.
Rori- ¡¿Qué?! ¿yo? ¿cómo podría yo ayudarte?
Maikel- Habla con ella, no sé... ella te escuchará.
Rori- Maikel, lo siento mucho, de veras, pero no quiero meterme donde no me llaman.
Maikel- Yo te llamo, Rori. No suelo pedir ayuda... pero esto es importante para mí.
Suspiro.
Rori- Supongo que puedo intentarlo.
Me agarra la mano con fuerza.
Maikel- ¡Mira! ¡si a lo tonto la nueva es un ángel caído del cielo!
- dice mientras me abraza-. Gracias, Rori.
Rori-
Nos encontramos en la entrada, despidiéndonos.
Maikel- Gracias, de nuevo, Rori. Y lamento haberte tenido que traer hasta aquí.
Rori- No te preocupes, sólo he tenido que quitarme a mi hermana de encima
Maikel- Ha debido ser agotador
Me dispongo a marcharme.
Rori- ¡Ciao, Maikel!
Maikel- Nos vemos, Rori - se sobresalta- ¡espera, Rori!
Entra rápidamente a la casa, y sale corriendo hacia a mí con un peluche en la mano. Era un osito marrón pastel adorable.
Maikel- Casi se me olvidaba. Lo prometido es deuda.
Rori- Ohh, ¡qué mono! Lo llamaré Maikel.
Maikel- No le maldigas de esa manera
Le doy un beso en la mejilla al peluche.
Rori- Recuerda: no eres ningún pringado, Maikel -dirigiéndome al peluche-.
Maikel-
...
Menudo peso de encima me he quitado y he vuelto a recuperar en menos de lo que canta un gallo. Menos mal que no sabe que ahora todo el pueblo sabe lo de su ruptura, y que la culpable no es nada más ni nada menos que
moi. Pero ahora tengo que hablar con Sasha, y no tengo la más remota idea de cómo hacerlo.
Debería ir al "escondite". Lo más probable es que estén todos allí. Nada más entro. Todos me saludan.
Devi- ¡Rori! ¡pensé que no llegarías!
Aly- TE LO DI-JE.
Rori- ¿¡Aly?! ¡¿qué haces aquí?!
Aly- No quería perderme el casting por nada del mundo. Pero, ¿qué ha pasado? ¿te has perdido o algo?
Rori- ¿Qué?
Aly- He llegado antes que tú...
Rori- Ah, sí, me pasé a comprarme un helado antes.
Devi- No sorprendida en absoluto
. Bueno, vamos a lo que vamos.
Dejo mi mochila sobre el sofá y me coloco ante las "jueces": Sasha y Devi.
Devi- Cuando quieras...
Rori- ¿Ya?
Está bien. Comienzo a cantar. No sé realmente qué canté. Fue alguna canción random que rondaba por mi cabeza desde hacía un par de días. Sólo recuerdo que era muy meláncolica. Una vez comencé, mis nervios se evaporaron como por arte de magia. Estaba en una burbuja.
Devi-
Sasha... es ella.
Sasha- Sí...
Rori- Dios, qué mal
Aly- Vaya...
Mary- No sabía que tu hermana cantara tan bien, Aly
Aly- ... yo tampoco.
Devi se levanta.
Devi- No quiero que suene raro, pero desde el minuto que te vi, sentí que eras especial, y me lo has demostrado con creces
- me abraza.
Rori- Bueno, bueno... ya está bien. Que tampoco ha sido para tanto.
Devi se gira y se dirige a Sasha a abrazarla.
Devi- ¡Ya tenemos grupo, Sasha!
Sasha derramó una lágrima, pero intentó disimularla. En vano. Porque, yo obviamente, me di cuenta.
Devi- Tengo que contárselo a Maikel YA - dice mientras marca su número.
Me fijo en Sasha nuevamente, en su intento de sonrisa. Luego, me percaté de que todos la miraban también para comprobar su reacción ante el comentario de Devi. Todavía tenía los ojos llorosos.
No sé cómo acercarme a ella. ¡Espera! Cojo un paquete de pañuelos de mi mochila y le ofrezco uno, en silencio. Ésta me mira con curiosidad pero lo acepta, y se suena.
Sasha- Gracias.
Rori- ¿Estás bien?
Sasha- Sí, gracias. Estoy bien.
Rori- ¿Te apetece tomar el aire?
Sasha- No, gracias.
Mierda.
Rori- ¿Estás segura? Tomar el aire te vendría bi-.
Sasha- ¡He dicho: "NO, GRACIAS"! -me interrumpe mientras se levanta- ¿también quieres que te lo traduzca al chino? - se va.
El resto la miran extrañados y luego a mí. Decido seguirla. Estamos fuera. Sasha para en seco y se gira.
Sasha- ¡¿Quieres dejar de seguirme, por favor?!
Rori- ¡No! ¡tengo que hablar contigo, Sasha!
Sasha- ¡Yo no tengo nada de que hablar contigo!
Rori- ¡Pero yo sí!
Sasha, deja los ojos en blanco y retoma su camino, mientras llora.
Rori- ¡Maikel no te ha engañado, Sasha!
Sasha- ¡¿Y tú qué narices sabes sobre Maikel?! - vuelva a girarse y se coloca incómodamente cerca a mí- Tendré cara de tonta, pero no lo soy en absoluto.
Rori- ¡Yo no tengo nada con Maikel! Nadie, salvo tú, tiene algo con Maikel.
Sasha se retira unos centímetros.
Sasha- Qué. ¿Maikel te ha convencido para que me sueltes todo un discursito sobre lo bueno, inocente y enamorado que está? POR FAVOR.
Rori- No, me ha dicho que tan sólo buscaba a vocalistas para la banda; porque sabe cuánto significa para ti.
Sasha- ¿Ah, sí? ¿también te ha contado de las veces que ha acabado en la cama con esas vocalistas?
Rori- ¡No! ¡Sasha! ... Escucha. No le conozco tanto como tú, ni de lejos. Pero reconozco a alguien sincero cuando le veo. Y sé que lo era cuando me decía que está enamorado de ti y que jamás te haría algo así.
Sasha- Así que sabes detectar la honestidad... pues detecta esto: A los 14 estaba inmersa en una profunda depresión, y cuando conocí a Maikel, con esa alegría que inspiraba, me hizo cambiar. Pero no salí de ese maldito fondo hasta que comenzamos el grupo con Devi y una alumna de intercambio, Kat. Me enamoré doblemente. De Maikel y del bajo. Me devolvieron las ganas de hacer algo con mi vida. La pasión, y sobre todo, la ilusión. Pero Kat volvió a su país y Maikel cambió. Me di cuenta de que Maikel también se enamoró doblemente. Pero, en este caso, éramos dos chicas. Comenzó a comportarse agresivamente. Hasta que me lo confesó. Desde entonces, siento que no puedo confiar en él. Pero le di una segunda oportunidad. Porque... porque le quiero. Pero, ¡ya es suficiente! ¡no puedo seguir con esto!
Se va corriendo.
Rori- ¡Sasha! ...