Hooooola! C: Bienvenidos a mi nueva historia. En realidad no tan buena porque he vuelto a hacer "Los Siete Paraísos" bajo otro nombre y otro desarrollo que yo veo 10000000 veces mejor. Vosotros me diréis. Allá va el prólogo.



Ya es de día. Los rayos del sol entran débilmente entre las cortinas rotas de la sucia ventana de mi habitación. La luz que se filtra hace que me despierte de mala gana. Intento levantarme pero de repente un intenso dolor hace que no lo consiga. Tengo la pierna hinchada gracias a la caza de ayer. Me siento en el borde de la cama como puedo, haciendo un sobreesfuerzo y me cambio la venda que protegía el corte del muslo. Puedo ver a través de la mugre del calendario de la pared que hoy es 31 de diciembre. En realidad no me hacía falta mirarlo, yo ya esperaba este día. Un mal día.

Es posible que sea la última vez que duerma sobre este colchón, en mi habitación. Es una vieja cabaña, es mi hogar, donde no cabe más que un alfiler. Eso da igual, ha sido mi casa por muchos años y estoy más que conforme con tener un techo bajo el que dormir. En esta cabaña fue donde antes llevaba una vida tranquila con mis padres. Está cerca del Abismo, en los límites del Templo de los Bosques, donde todos los Sin Elemento viven. Aunque yo no me quedaré aquí por mucho tiempo.

Según me contó mi padre, antes del Cambio, el día 31 de diciembre, se celebraba por ser el último del año, pero las cosas son muy diferentes ahora. Mi madre siempre me decía que tenían por costumbre comer doce uvas unos segundos antes de pasar al 1 de Enero, para tener buena suerte. Hasta el día que me separé de ellos, hacíamos algo parecido, pero no con doce uvas. Mi padre siempre conseguía un trozo de tarta para nosotros, no sé cómo lo hacía, no teníamos dinero alguno. Ya nos costaba conseguir un trozo de pan al día, así que ni por asomo podíamos permitirnos un trozo de tarta. Partía la tarta en doce trozos y siempre dejábamos tres. Mi madre solía decir: “Estos tres son para cuando ella vuelva”. Nunca pude adivinar a quién se refería, fuera quien fuera, jamás se presentó para comerse esos tres últimos trozos que reservábamos cada año y los mapaches acababan comiéndose los trozos por ella. Tampoco creo que llegue a descubrir quién era “ella” algún día. Total, ya es tarde para preguntarle a nadie.

Después del accidente, he celebrado los últimos días del año tapado con una sábana, viendo la nieve caer y pequeños puntos de luz y color en la distancia, que se movían de un lado a otro haciendo distintas formas. Siempre aparecen, el mismo día a la misma hora en una zona donde debería estar la ciudad. Mi padre los llamaba fuegos artificiales. Los veía como un simple invento del hombre para entretener a la población, pero yo lo veía como una explosión de colores que danzaban por el cielo, iluminando por una vez aquel manto oscuro que nos cubría. Era un espectáculo digno de ver. Ahora todo es distinto. Celebro el 31 de diciembre sin uvas, sin tarta, sin nadie.

Hoy no celebraré el fin de año. A mí me encantaría pero no puedo. Hoy cumplo 16 años así que me trasladarán.
Así funciona este mundo. Da igual que seas hijo de unos Sin Elemento, da igual que ya tengas amigos y una familia, da igual que estés solo desde hace nueve años. A ellos eso no les importa. El día de tu dieciseisavo cumpleaños, los Deltas se plantan en tu casa y te sacan de ahí. Te llevan a la capital de tu paraíso y ahí, después de unas pruebas, deciden si te quedas en ese paraíso o te llevan a otro. Toda tu vida cambia a partir de los dieciséis años. Quién sabe a qué paraíso te llevarán los Deltas. Las Tierras del Fuego, El Cielo de los Vientos, el Templo de los Bosques, la Bóveda Acuática, el Palacio de la Luz, el Castillo de la Oscuridad… Puedes ir a cualquiera de los Seis Paraísos.
Aunque yo no soy quien elegirá, me encantaría vivir en el Palacio de la Luz. Seguramente siga viviendo aquí, en el Templo de los Bosques. Normalmente te quedas en el paraíso donde naciste, pero no siempre tiene por qué ser así.

Las pruebas consisten en que te entregan un chip de cada elemento y ver cómo reacciona el cuerpo ante el chip. El elemento que mejor controlarás siempre tiene que ver con la genética. Si unos adeptos de Agua tienen un hijo, lo más seguro es que el hijo aprenda el mismo elemento. Pero como dije antes, no siempre es así. Se dan casos de personas que no controlan ningún elemento y se les obliga a irse del paraíso, cerca del Abismo. Otras, sin embargo, pueden controlar más de un elemento. A estas personas se les ejecuta. Según Pain, esas personas son una amenaza para la sociedad. En cada “Paraíso” se enseña a controlar un elemento distinto, por el nombre de cada Paraíso se puede ver que elemento es.

Todos los paraísos son semiesferas, separadas con las otras por pocos kilómetros, pero una semiesfera no está sujeta a las demás. Los paraísos están sujetos al núcleo, el espacio entre ellos es lo que nosotros llamamos el Abismo. Poca gente ha caído al abismo, ya que cada paraíso está protegido por una barrera invisible de más de cien metros de alto. Es casi imposible caer. Casi. Siempre puede haber huecos donde no debería, siempre hay locos que quieren huir escalando el muro, aunque eso nadie lo conseguirá jamás.

Los Delta vendrán a buscarme en cualquier momento, así que debo vestirme... ¿Qué digo? Solo tengo esta ropa, les guste o no. Me dijeron que preparara una maleta, pero solo tengo la mochila que me llevo para cazar. No es muy grande. En el llevo las botas de mi padre que ya son de mi talla, su chaqueta, el libro de animales y plantas que creó mi madre, un colgante que encontré de pequeño y mi arco con algunas flechas. Llevo pensando desde que encontré el colgante que tendría algún misterio detrás, así que lo he conservado bastante bien.

Dejo la mochila a un lado y me tumbo en la cama mirando al techo donde crecen pequeñas plantas. No paro de repetirme que será la última vez que mire el techo, la última vez que duerma en este colchón.

La última vez que veré los fuegos artificiales.

No podré actualizar muy a menudo porque tengo muchos exámenes pero se intentará. Espero que os guste la historia, y si no decidme que mejorar :3

Bye ~

Hola, me encanta la historia, adiós.
#Okno
Mira que te gusta dar intriga al personal en todas tus historias... No sabes lo bien que queda eso <3
Yo también pienso que esta manera de desarrollar esta mil veces mejor que la anterior, explicas mucho mas lo que piensa el personaje principal y eso es una cosa que me agrada mucho.
Como siempre todo es fácil de comprender y de entender, por lo que hace que te acabes enganchando a la trama, a parte, no cometes muchas faltas de ortografía, eso también ayuda.
La extensión para un prologo esta muy bien y si tuviera que decir algún párrafo que me ha gustado en la historia es cuando describes lo que piensa el personaje de los fuegos artificiales, simplemente te quedo hermoso.
Continua cuando puedas, quiero ver como se sigue desarrollando la historia n3n
Ciao ~