Poc. Poc. Poc. Poc... Un paso, y otro, y otro, y otro... El sonido de la suela contra el frío suelo de mármol se movía por las salas del instituto como serpientes, de forma precisa, sin cometer ningún fallo. Poc. Poc. Poc... El sonido de los pasos ceso,dando lugar a un gran y agudo grito de mujer,sin ninguna duda,joven,de menos de dieciocho años. Una avalancha de alumnos y profesores salio hacia el origen del chillido, provocando ruido. Mucho ruido. Cada alumna que llegaba ante la habitación de donde el grito salio exclamaba aterrada,alguna llevándose las manos a los ojos,otras a la boca,algunas escondiéndose en el chico que mas cerca estuviera... La sala que había reunido a tanta gente era un almacén,viejo y sucio,que apenas alguien sabia que estaba allí. La pequeña estancia estaba iluminada por una triste luz, proveniente de una lampara que se agitaba de un lado a otro. En medio,y bajo el haz de luz, había un hombre,de mediana edad,con un traje azul marino, corbata granate y una camiseta blanca. Sus zapatos estaban en la entrada del cuartucho,por lo que el hombre llevaba calcetines. Su rostro estaba desfigurado entre una expresión de terror y dolor, con pequeños regueros de sangre cayendo lentamente desde sus labios. Un cuchillo afilado,muy afilado, se lograba apreciar clavado en la garganta del frío cuerpo que descansaba sobre la silla. Empezaron a escucharse murmullos y mas murmullos,hasta que un profesor se puso frente a la estancia indicando que debían volver a las aulas. Poco a poco,el resto del profesorado reaccionó y llevo a los alumnos,muchos de ellos con la imagen del cuerpo fijada en su mente. Cuando el pasillo estuvo de nuevo en silencio, el profesor que había iniciado el retorno a la normalidad miro el cadáver. Cerró la puerta del almacén y llamó a la policía y ambulancia para llevarse el cuerpo,mientras caminaba hacia la sala de profesores. Entonces,de nuevo, se escucharon pasos. Pero esta vez eran de tacón. Una chica joven,realmente joven,abrió la puerta. Su pelo negro azabache,suave y sedoso, se deslizaba hasta la cintura. Una parte de la melena le tapa el ojo izquierdo, y miraba la escena con el derecho,fijando cada detalle. En sus labios rojos se posaba una piruleta,con la que jugaba mientras miraba el "espectáculo". Llevaba una chaqueta negra,con una falda del mismo tono, y una camiseta blanca con un motivo de llamas en negro. Se volvieron a escuchar pasos,esta vez de botas. Un chico,de una edad similar a la de la joven se le acercó. El chico tenia el pelo castaño muy claro,casi rubio, y caía hasta poco antes de los hombros. El flequillo estaba hacia arriba y con una ligera inclinación hacia adelante. El pelo estaba inclinado hacia la misma dirección,hacia el frente,claramente peinado y peinado hasta adoptar esa forma;hasta llegar a la coronilla,donde empezaba a caer hacia abajo sin ningún orden apreciable. El joven llevaba una chaqueta negra,con pantalones a juego,con motivo de llamas blancas. Su camiseta,blanca,tenia el mismo motivo que los pantalones,salvo que el color era negro.
-Bueno... Parece que llegamos tarde de nuevo...- dijo la chica con una suave y melodiosa voz,mientras lamia el caramelo
-Si... -dijo su compañero,soltando un suspiro- Debemos ser mas rápidos,Megan... Mucho mas rápidos... -y dichas estas palabras,se giro y camino por el pasillo. La joven le miro,con una sonrisa un tanto seductora
-Siempre igual,Dante... Algún día seremos tan rápidos...-dijo,mientras aparecía a pocos centímetros de la cara del chico,con un espacio entre los labios muy muy escaso,con la piruleta en una mano- ... que ni nosotros mismos nos veremos...-el joven de cabello castaño no pudo reprimir una sonrisa,dando un paso hacia atrás
-Eso me gustaría verlo... Vamos,Megan... Que comienze el show... -tras unos segundos, ambos desaparecieron,dejando unas pequeñas llamas que se sofocaron a los pocos segundos...


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Bueno,he aquí el primer capítulo de esta "novela", por llamarlo de alguna manera. Espero que lo disfruteis leyendo tanto como yo escribiendo. Si queréis ayudar,dejad nombres de hombres y mujeres, a poder ser,si preferis que sean malvados o héroes,ya que los nombres se me dan mal. Muy mal. En fin,muchas gracias a los que habeis abierto este post y habeis ojeado aunque sea el texto aqui escrito. Espero que me apoyeis,ya que llevaba mucho tiempo sin escribir. Sayonara,minna! n-n

a mi me ha gustado mucho
personalmente, tu historia me encanta. Como esta redactada, las palabras que usas, la trama... todo es perfecto. Por mi parte te animo a continuar la historia. De momento, a mi me has ganado como seguidora.
Los nombres a mi tambien se me dan muy mal, pero hay uno que me encanta desde que tengo memoria y creo que podrias usar para alguien bueno. Pero solo si quieres, yo no te obligo a nada
El nombre es Valeria

Los dos chicos aparecieron en una habitación muy clara,de paredes lisas y blancas, con un ventanal por donde rayos de luz iluminaban la estancia.La gama de colores de los muebles no se iba mucho de la claridad que irradiaba la habitación,en tonos blanquecinos. Había un par de sofás, una mesita de café, una televisión de pared,colgada enfrente de la mesilla, y al lado de esta,una chimenea. Unas puertas de cristal correderas llevaban al balcón, y una puerta de madera clara llevaba al resto de la casa. Dante se dejó caer sobre el sofá beige,con las piernas sobre un reposabrazos y la cabeza en un cojín,mientras Megan se sentaba a su lado,posando sus pies sobre la mesilla que estaba enfrente. Tras unos segundos de silencio,la voz de Dante llenó la pequeña sala
-Megan... Hay que reportar esto al jefazo,lo sabes,¿no...?- Silencio. Al rato,Megan respondió,calmada
-Si,lo se... Pero... ¿Que le decimos? ¿Volvimos a ser lentos,no nos haga nada?- silencio de nuevo. Dante suspiro y se incorporó de un salto
-Tienes razón... -La miro unos momentos,con las manos en los bolsillos de la chaqueta- Que complicado... -La chica de pelo azabache asintió. El chico salio al balcón y llamo a su compañera,que se levanto con pereza,dirigiéndose a el,extrañada,hasta ver el suceso que su amigo le decía. La vista era realmente bella. Montañas por todos lados, y un bosquecillo a los pies de las mismas. Al lado de donde el balcón se situaba estaba un pequeño lago de aguas cristalinas,con un árbol alto a una orilla,dando una parte de sombra al sitio. Pero la paz que transmitía el lugar había sido irrumpida por hordas de extraños seres,negros y morados,que avanzaban lentamente,arrastrando los brazos cuyas manos eran garras. Sus dientes sobresalían de la boca,dándoles un aspecto de fiereza y monstruosidad. Dante soltó un gruñido y entró de nuevo en la casa,buscando su bufanda roja,que siempre llevaba y que aquella mañana había dejado en la mesa a causa de las prisas. Después,volvió al balcón con Megan,que apretaba los puños.
-Mas te vale estar listo,rubito...-dijo,poniendo un pie sobre la barandilla del balcón y subiéndose a la misma
-Por supuesto... Siempre lo estoy... -Susurró,mientras escamas rojas brotaban por sus manos,que se habían agarrado a la barandilla. Las escamas dejaron de aparecer hasta el hombro. Sus dientes se afilaron, y una cola le salió de la rabadilla.
-Pues allá vamos... -Megan sacó un cuchillo afilado de un bolsillo de su camiseta, y salto hacia el suelo,introduciendo el cuchillo en la cabeza del primer ser,que estaba cerca de la puerta. Dante saltó tras ella,rasgando a otro con la mano,ahora una pata de escamas rojas con garras negras,manchadas de sangre. Soltó otro golpe al que estaba enfrente,lanzándolo contra una fila de seres que venían tras él. Megan controlaba el cuchillo con total precisión, lanzándolo y cogiéndolo,haciendo mil y una piruetas sobre su mano,sin recibir corte alguno. Entonces,un grito ensordecedor irrumpió en la batalla. De el medio de la marabunta de enemigos surgió una sombra enorme y grotesca,con cristales a la espalda,manos enormes, con unos músculos a juego con estas. Gritó de nuevo y embistió contra ellos,llevándose por delante todo aquello que estuviera. Megan saltó grácilmente sobre el,mientras Dante agarraba sus hombros,clavando las garras,con una fiera sonrisa. Tiro un brazo hacia atrás y le asestó un puñetazo en la cara,quemándole un poco el rostro y derribándole. El joven sonrió y soltó un rugido de victoria,mientras Megan acababa con la vida de la criatura de un tajo en la garganta. El resto de criaturas empezó a desvanecerse,convirtiéndose en manchas en el suelo que huían dirección a las montañas. Poco a poco,las garras se desvanecían de los brazos del joven,la cola entraba de nuevo en la espalda, y los dientes volvían a tener el aspecto habitual. Megan limpió el cuchillo con un trozo de tela de la ropa de grotesco ser, y lo guardó de nuevo. Entonces,se escucharon dos golpes sordos en la llanura,seguidos de el sonido característico de dos cuerpos al caer. Los de Megan y Dante. Una sombra de ojos azules oscuro había golpeado y dejado inconsciente a la pareja. Después,se inclinó sobre ellos,los ató y los cargo en los hombros,comenzando a andar hacia las montañas...

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Y hasta aquí el segundo capítulo de esta serie. Gracias por leerlo, y espero que disfruteis de él. Bueno,lo mismo que en el anterior,vamos,que alargarse no esta bien. Y gracias a Sourire por ser la primera en clicar y leer mi historia n-n