Bueno esta es mi nueva (y larga) historia, espero que os guste :3

PROLOGUS

Gaia, un planeta lejano y, a la vez, cercano. Nuestras civilizaciones nacieron pares, pero en las diferencias empezaron a aparecer: nosotros sacrificamos la magia, ellos no necesitaron cambiar nada. Nuestra historia tratará sobre este planeta remoto en el espacio-tiempo.

Durante la última alineación de los planetas un mal ancestral resurgió de sus cenizas, esperando a ser despertado por cualquier incauto. La Diosa, en respuesta, forjó siete almas puras y las colocó en siete embarazadas; las almas puras recibieron una magia elemental distinta, excepto el último en ser forjado, que recibió las fuerzas de Lux y Aer. Después la Diosa se sumió en un profundo sueño para recuperar las fuerzas perdidas y delegó su cargo de Guardiana de la Armonía a favor de sus tres valkirias.

Hoy en día, diecisiete años después, faltan pocas semanas para la próxima alineación del planeta. La cuenta atrás para la liberación del mal oculto está activada, los siete elegidos separados por largas distancias entre sí tendrán que reunirse y hacer frente a su destino.

CAPÍTULO 1 - Cadant in obscurum

Anna esperaba a su amigo en la esquina, habían quedado para ver un película en el cine de la esquina de la casa de ella a las siete y media de la tarde. Miró su muñeca y observó tranquila su reloj de pulsera viendo pasar el segundero. Alguien la tocó en el hombro derecho y se giró: no había nadie. Volvió a mirar hacía la fachada y allí estaba Piero, su amigo, con dos entradas en su mano derecha.
-¿Llegó tarde?- preguntó Piero.
-No, pero si no hubieses llegado ya te hubiese mandado a tu casa de un Piro.
-Jojo, que mala...
Anna y Piero se miraron. Piero llevaba una camiseta tribal de color ocre, que increíblemente hacía que su pelo rubio platino pareciese blanco, por debajo de un chaleco de cuero, en el cuello un pañuelo de cuadros blancos y negros. Era opaco pero ella sentía que también tenía puesto su colgante de luminita que le regaló su abuela. Encima de unos pantalones vaqueros negros tenía una riñonera blanca y negra. Completaban su conjunto unas zapatillas altas negras, un reloj blanco en su muñeca izquierda y una pulsera de invocación en la derecha. En ella residía Empyrea, su aeon. Anna también iba informal: llevaba una camiseta rosa que tenía escrito "Don't play with me" en blanco, una falda de tul blanco semitransparente encima de sus pantalones superresistentes inventados por su padre. Unas botas cubrían sus pies y tenía su pulsera de invocación en el antebrazo izquierdo, Piero desconocía cual era su aeon pero no le importaba.
Estaban a punto de entrar cuando la tierra empezó a hacer un pequeño temblor.
-¿Has notado eso?- preguntó Anna.
-No, ¿ya te estás imaginando cosas otra vez?
-Déjalo...

Piero y Anna disfrutaron de la película y se encaminaron hacía sus respectivas casas.
No sabrían lo que sucedería al día siguiente, algo que cambiaría sus vidas para siempre.

Piero calentaba junto a sus compañeros antes del partido de Pedeball, su equipo, los Ángeles de Neo Incipiens, se jugaba el campeonato contra el equipo de Skyline Urbis. Neo Incipiens y Skyline Urbis eran las dos capitales del continente Sarba, el continente del este de Gaia, ambas consideradas las capitales tecnológicas y mágicas, respectivamente, en el planeta.
-El partido está a punto de empezar, ¿se puede saber dónde están?
Justo en ese momento llegaron Anna, su padre y la madre de Piero; este los saludó levantando el brazo. Su madre, Gloria, era viuda desde hacía 13 años, Piero recuerda muy poco sobre su padre. Lo más cercano a una figura paterna fue el padre de Anna, Licht. Anna y Licht Moore llegaron a Neo Incipens hacía diez años antes procedentes de Skyline Urbis, Licht era un reverenciado científico mundial, su última invención fue una máquina que hace viajar los pensamientos de la persona que lo utiliza al pasado y al futuro que fue llamada Ellone en honor de la fallecida madre de Anna. Seguramente se mudaron para que la reminiscencia de Ellone que inundaba toda Skyline Urbis no les afectase tanto. Piero se fijó en que Licht llevaba consigo una bolsa de cuero blanco, muy misterioso.
El partido empezó, Piero se esforzó para que su madre se sintiese orgulloso de él.
Faltaba un escaso minuto y ambos equipos estaban empatados, Piero recibió el balón, dribló a tres jugadores contrarios que querían robárselo, apuntó a la portería y...
Una garra, literalmente, salida de la nada atrapó el balón en el aire y hundió sus uñas en él, el balón se deshinchó mientras el gentío miraba atónitos y con creciente terror. Muchos gritaban. Los jugadores se alejaban del campo hasta subirse a las gradas. Piero también se desplazaba a las gradas, pero este caminaba de espaldas.
Licht se levantó cogió la bolsa, le dio un beso en la frente a Anna y sacó a Piero disimuladamente del campo.
-Escúchame. Esa cosa, Licaeon, viene a por mí. Tienes que cuidar a Anna de lo que va a suceder en el mundo.- le dijo a Piero.
-¿Qué es lo que sucede, Licht?, ¿qué va a pasar?-preguntó el joven.
-Algo ha despertado, nadie sabe qué, pero sea lo que sea, fue el culpable de la muerte de mi Ellone... Es algo que yo mismo desaté en su día y en mis manos están las opciones para salvar al mundo del mismo Apocalípsis. Ahora te entregaré algo para protegerte, a ti y a Anna.- Licht abre la bolsa de cuero y saca siete varas metálicas.- Son siete armas, las siete fruto de la ciencia y la magia. La tuya es esta espada y la de Anna esta tonfa.- dijo mientras activaba dos varas, la verde y la rosa, respectivamente.
-Mola... ¿y qué se supone que tengo que decirle a Anna?
-Anna ya sabe lo que ocurre.
-¿Qué?- preguntó Piero atónito.
-La llevo preparando desde hace tiempo para esto, ¿recuerdas que desde hace años Anna entrenaba atletismo?, pues no era precisamente atletismo lo que entrenaba...
-Vale, vale ya lo pillo... -interrumpió Piero.
-Desaloja a toda la gente mientras yo me voy con Licaeon, ¿entendido?
Piero asintió y los dos corrieron a hacer lo que debían hacer. La gente empezó a huir del lugar gracias a que Gloria y Anna ayudaron a permitir el desalojo. Gloria salió a la fuerza, Piero le dio a Anna la tonfa desplegable. Esta le cogió del brazo y acercó su boca a la oreja del joven:
-Vamos a por esa cosa, no permitiré que se lleve a papá.
Licht seguía en el campo, parecía enfadado, ¿estaría discutiendo con Licaeon?
Los dos amigos bajaron corriendo las gradas pero ya era demasiado tarde, un portal os uro surgió a los pies de Licht y este desapareció en la oscuridad. El portal de Licaeon también desaparece de repente.
-NOOOOOO...
Anna corre hasta el lugar donde desapareció su padre, cae de rodillas en el césped y empieza a sollozar desconsolada. Piero no la observa, está de pie con los ojos cerrados tratando de contener su ira. Se jura a sí mismo, que hará todo lo posible para hacer que Anna recupere a su padre.

Amanece mientras Piero hace su mochila en silencio, este se había vestido con uno de los trajes que incluía la bolsa de Licht, era como un traje de pieza completa como de neopreno, por encima se puso una camiseta de motivos de águilas blancas y negras, unos pantalones cortos de camuflaje blanco y negro y unas botas negras que servían para todos los terrenos. Una vez ya lo ha recogido todo escribe una nota y la deja en su dormitorio. Abre la ventana de su habitación y mira hacia abajo, Anna le espera mirando un mapa de Sarba. Piero silba y le lanza uno de los trajes de neopreno de la bolsa.
- ¿Qué es esto?- preguntó la chica
- Un traje que nos protegerá y que diseño tu padre para lo quiera que nos va a pasar.
- Vale, me cambiaré en tu caseta de la piscina, que te conozco... y mucho.- dijo ella no sin una pizca de malicia.
- Exagerada.- protestó Piero.
Nuestro héroe salta del alfeizar, es una altura de cinco metros pero antes de tocar el suelo con los pies el tiempo se frenó un poco, extrañamente novedoso para él. Justo en ese momento salía la chica recién cambiada, encima del traje llevaba unos vaqueros, una camiseta multicolor, en las manos unos mitones de cuero rojo y en los pies unas botas rojas.
-¿Sabes?, estoy empezando a creer que soy especial. -dijo el chico.
-No solo tú, esta mañana casi se cae la foto de mi madre, pero cuando deseé con todas mis fuerzas que no se rompiese y acabó en mi mano.
-Umm, poderes psíquicos y telequinesis, este viaje empieza a ponerse bien sin haber empezado. ¿Y adónde vamos?
-A Skyline Urbis. Quiero saber que le pasó a mi familia antes de venir aquí.



Si veis nombres conocidos, es que me he inspirado de todo lo que he visto, leído y jugado en los últimos cinco años.

Dime que en los nombres de Anna y Piero te inspiraste en mi, dios mio xDD Anna se llama como yo y Piero como un OC que use a veces (??) xDDDDD
Dejando eso de lado, la trama de la historia de momento va bien, aunque no haría que las escenas fueran tan rápido, es un consejo :3
Para ello describe aun mas las zonas en donde están y lo que están haciendo detalladamente, cuando menos te lo esperes habrás escrito muchísimo n3n
Continua cuando puedas, quiero ver que les ocurre a los protagonistas en su viaje c:
Ciao ~

¿Que parte de "me he inspirado en todo lo que he leido, visto y jugado en estos últimos 5 años" no entiendes? (?)
Nah, sip, inspiración a tope y fue por casualidad porque los nombres de Piero Highwind y Anna Moore tienen más significados de los que se ven a simple vista...
Pero no sigo por ahí porque es spoiler.


Si, en este primer capítulo no quería que la historia fuera un rollo patatero que aburriese, a partir del capítulo segundo se empezará a describir más y tu sugerencia se verá en mayor esplendor cuando me ponga a escribir el capítulo tercero, es decir, entre hoy y mañana.

Intentaré subir el capítulo 2 lo antes posible pero en forma de tiempo de escritura/publicación tendrá que ser entre el miercoles y el viernes.
Además también estoy publicando mi historia en dA, ¡así que si quereis pasaros perfecto!

Siento el doble-post pero...





Era mediodía, habían pasado seis horas desde que partieron desde Neo Incipiens, se dirigían hacia Skyline Urbis. Se sentían cansados y hambrientos. Caminaban en el arcén de una antigua carretera abandonada en un bosque, parecía como si no viviese ningún humano en el área colindante. Piero paró y se sentó en un tocón cercano:
-¿Estas segura de que no hay ningún pueblo cercano?- preguntó el joven
-Lo siento pero no tengo ni idea de donde estamos, ojalá hubiese cogido una holotablet del laboratorio de papá. –respondió Anna.
-No pasa nada, no quería culparte de nada. –dijo Piero.
Silencio. De repente la nada surgió un chillido horripilante, una mujer joven necesitaba ayuda urgente. Piero y Anna corrieron hacia la zona donde creyeron oír el grito. Anna tropezó con una raíz y al girarse hacia arriba vio con estupor y horror lo que produjo el grito: una mujer jóven, ninja, era perseguida a gran velocidad por una serpiente gigante que dejaba un rastro multicolor en el aire por donde pasaba. Anna y Piero, quién también observaba, se miraron y asintieron, había que ayudarla. Piero sintió un pinchazo en el tobillo izquierdo. Corrieron, corrieron y siguieron corriendo por la espesidad del bosque hasta que llegaron a un claro, un camino de madera lo atravesaba. Decidieron seguirlo para ver a dónde se dirigía y, tras cinco minutos de recorrido entre la maraña de vegetación, llegaron a la entrada de una población, un muro la rodeaba y este contenía un portón doble de un metal compacto, el cual estaba abierta de par en par.
Entraron y una trampa hecha de plantas de bambú y tela como de araña pero súper resistente los atrapó: debían de haberla activado al entrar en el pueblo.
De repente el suelo se abrió en dos y la jaula los soltó en una habitación con suelo y tres paredes de piedra, una cuarta de barrotes. Estaban encarcelados en una celda subterránea. Anna iba a decir algo pero Piero la interrumpió poniendo su dedo índice en perpendicular con su boca.
- ¡Shhhhhhhhh!- susurró Piero.- Viene alguien o algo.
Era cierto, sonidos de pasos sonaban cada vez más y más cerca, Piero forzaba su visión para adaptarla a la oscuridad. Los pasos dejaron de sonar justo delante de la pared de barrotes. Sonó una palmada y las luces se encendieron al instante, un muchacho que aparentaba unos 14 años, tenía una mata de pelo castaño rojizo despeinado que cubría una cara de rasgos agresivos, lo que más llamaba la atención de su cara era una cicatriz a lo largo de la raíz de la ceja izquierda que seguía por el ojo de dicho lado de la cara, además tenía los ojos de diferente color: el derecho era gris y el izquierdo era igual de rojizo como su pelo. Iba vestido como un cazador, todo de cuero y con varias armas a la espalda: una ballesta, un rifle de asalto, la vaina de una espada (la cual empuñaba en ese mismo momento), y en el muslo llevaba un machete metido en su funda. Increíblemente su altura se acercaba a la de Piero, pero este se fijó que estaba en una baldosa ligeramente más elevada que las demás.
- Y yo pensaba que por fin habíamos atrapado al wendigo...- sonó decepcionado, enfadado y, quizás un poco sorprendido.
-Sentimos no cumplir tus expectativas.- respondió Anna.- ¿Podrías sacarnos de aquí?
-Si, por favor.- dijo Piero.
-Lo siento pero nuestro líder tiene que ver que no seáis enemigos, ni "infectados de wendigo"- dijo el chico.
Se fue. Anna y Piero se miraron. Serpientes, wendigos, infecciones, ¿dónde estaban? y ¿qué diablos pasaba en el pueblo?
Al cabo de diez minutos sonaron numerosas pisadas. El chico misterioso y una persona mayor muy parecida a él, pero con ojos azules, avanzaban por el pasillo, cuando llegaron al lugar donde se hallaba la celda se pararon.
-Antes de nada jóvenes, ¿podrías remangaros?- dijo ansiosamente el hombre.
Anna y Piero se remangaron el brazo derecho a la vez y después el izquierdo, los jóvenes volvieron a cruzar sus miradas, ¿qué estaría buscando?
El hombre miró con expresivos ojos azules a las muñecas y después la desvió a los pies.
-Ahora levantaros las perneras de los pantalones si no es ningún problema.
Anna fue la primera, se levantó la pernera de la pierna derecha y después la izquierda.
-Nada, estás limpia, por favor ponte al lado de Óscar.- dijo girando la cabeza en dirección al joven.-Tu turno muchacho.
Piero hizo lo mismo que Anna, pero pasó algo raro. Una espiral de escamas rodeaba su tobillo izquierdo. Piero se miró extrañado. Anna chilló. Piero levantó la cabeza y observó al joven Óscar y al jefe, le estaban apuntando con sendas ballestas.
-Infectado... -dijo el adulto.- ¿Hace cuánto te han picado?, ¿dónde sentiste el pinchazo? ¡¡RESPONDE!!
-Creo... -tartamudeó Piero en respuesta.- Creo que fue en el bosssssque...
Piero horrorizado se llevó la mano derecha a la boca. Había seseado como una serpiente. Anna y él se miraron, ella tenía el miedo impregnado en su mirada.
-Ayudadme, por favor. No quiero volverme una sssssserpiente gigante... -suplicó
-Óscar, llévate a la chica y llama al chamán. -dijo el hombre al otro chico mientras giraba la cabeza para mirarle.
El chico se llevó a Anna fuera de la celda, mientras que Piero seguía siendo vigilado por el adulto.

-¿Puedo hacerte una pregunta? -dijo el chico mientras conducía a Anna fuera de una complicada red de pasillos. -¿Qué hace una chica tan mona como tú en Ynysig?
-¿Cómo puedes ligar conmigo si ni siquiera se tu nombre? -se quejó Anna y después se quedó pálida. -Espera un momento, ¿Ynysig?, ¡estamos al oeste de Neo Incipiens!
-Me llamo Óscar. Óscar Cairdeas. El hombre que está en la celda con tu amigo es mi hermano mayor, Reón. Él es el líder desde que nuestro padre falleció hace un año.
Salieron a una plaza enterrada y con un gran agujero que daba al exterior como techo. Estaba repleta de edificios de ladrillos de colores, colocados unas encima de otros, ahora Anna entendía porque la gente llamaba a Ynysig, el pueblo del tetris. Todos parecían cubos gigantes o figuras hecha de dos o más cubos, era precioso. Ojalá Piero pudiese verlo.
El joven Cairdeas entró en uno de los edificios en forma de cubo en frente de a la salida de los pasillos, por debajo de su puerta salía una leve neblina rojiza y cuando la joven se acercó a ella descubrió que olía a fresas. Se oyeron unos ruidos, y salieron Óscar y una mujer vestida con un vestido multicolor con runas plateadas por doquier, la mujer no aparentaba más de 80 años y a pesar de ello todavía no tenía el pelo cano.
-Óscar manda a algún soldado a la celda donde está Reón y el nuevo chico, yo me quedaré con la chiquilla esta para preparar el antídoto contra la infección y así me contará que pasó en el momento en que atacaron a tu amigo. -dijo la anciana. -Por favor muchacha entra.
La anciana entró en el edificio y Anna la siguió. Justo antes de entrar se giró y observó a Óscar: este la seguía mirando, pero ahora parecía ¿triste?
Al entrar en la vivienda Anna sintió el olor de fresa de antes, incienso aromatizado. La decoración de la casa de la anciana era muy mística, muebles con tonos fucsias salpicaban la habitación como pintura en un lienzo, que, por cierto las paredes eran blancas y el suelo parqué aunque en la zona de unos aparentemente confortables sillones había una alfombra peluda, en el techo una especie de chandelier con cuentas de cristal colgando de lo que parecían llamas de distintos colores oscuros: un verdadero arco iris crepuscular. La anciana se sentó en el sillón más cercano a la pared contraria de la entrada, una corona de luz la divinizaba por detrás; una chimenea que ardía en todo su esplendor; señaló otro sillón y Anna se sentó en él. Era tan blandito y confortable que creía haberse sentado en una nube de flan. También había una especie de cojín blanco y marrón. Anna abrió la boca para intentar decir algo, pero sus palabras fueron susurros para elefantes cuando un maullido furioso sonó en la sala: el cojín no era un cojín sino un pequeño gato al que en un instante le había clavado el codo en su blandita tripita. El gato se giró para darle un zarpazo pero cuando sus ojos se cruzaron su semblante se dulcificó. La anciana reía por lo bajo para no llamar la atención de la joven.
-Siento este desagradable espectáculo, la pobre Nia acaba de quedar sembrada por un gato salvaje y está de lo más gruñona con toda la gente, eso y que lleva más de 150 años en el mundo de los vivos. Bueno pequeña gobernante de los poderes de la mente, le he pedido al niño Cairdeas que te dejase conmigo porque creo que no será la primera vez que te encuentres con algún infectado por tu largo camino y necesitarás aprender estas dotes mágicas. –se levanta del sillón y busca en una estantería que aparece mágicamente a su lado un libro de cuero con detalles en hilo verde e hilo de oro; Artes curativas se llamaba- Cuando soñé con vuestra llegada encargué este libro para ti mi pequeña.
-¿Pero cómo puede haber soñado conmigo?- preguntó Anna
-Las personas menos conectadas físicamente, son las más conectadas espiritualmente. Eso mismo se lo decía a mi hija antes de que se fuera de Ynysig.- dijo con sabiduría la anciana.
-Pero… - la chica se interrumpió cuando algo o alguien chocó contra la fachada del edificio haciendo que este retumbara.- ¡Tenemos que salir de aquí!
La joven corrió hacía la puerta y la abrió. Afuera no había nadie, demasiado tranquilidad para tanto disturbio. De repente oyó un grito:
-¡¡ANNA CUIDADO!!- era Óscar mirando hacia arriba del edificio.
Algo húmedo cayó en el hombro izquierdo de Anna, se tocó el hombro: ¿agua?
Miró hacía arriba, una serpiente gigante se deslizaba hacia ella por la fachada con las fauces abiertas, haciendo que la baba pegajosa cayese sobre ella.



Espero que os guste :3

OMG. Es como Memorias de Idhún
En realidad sólo se parece en lo de las serpientes y los guardianes en las barrigas humanas, pero meh
Me ha encantado. Te expresas genial y escribes genial. Puede que sea eso por lo que aún no tengas tantos comentarios, escribes de una manera muy rebuscada y con vocabulario extenso, difícil de entender, leer un texto tuyo es como leer un libro de la biblioteca. Por supuesto, eso es algo bueno.
Te admiro mucho, porque a diferencia de mi, dominas muy bien el género fantasía
Espero que sigas pronto, ya tienes una seguidora más :3



P.D: Esto te ha quedado muy "Que hace una chica como tú en un lugar como este? (8)"

Nuevo capítulo :3





Anna observo como el monstruo serpentino se acercaba a ella y se sentía impotente como si no pudiese evitar sentirse atraída por la mirada del infectado. Estaba a solo unos centímetros de ella y abrió la boca, Anna observo horrorizada los afilados colmillos impregnados de una sustancia verde fosforito, estaba claro que el monstruo quería morderla. Pero sucedió algo, el monstruo fue alcanzado por varios cuchillos que se le clavaron en la cola atrapándolo, el infectado luchaba por liberarse y de su intento su cuerpo muto formando dos brazos con garras afiladas con la cual se cortó la cola y, acto seguido, se cayó al suelo dejando un reguero de sangre. No se movía, ¿estaba inconsciente? Óscar se acercó a Anna acompañado de dos soldados mayores que él, uno era un chico rubio con una armadura de fibra de carbono y decorada como si fuese un árbol, y con un arma mecánica que parecía la mezcla de un tirachinas y una pistola; el otro soldado era una mujer pelirroja con la misma armadura que la del chico pero con una decoración más femenina (parecía una orquídea salvaje) y quien además llevaba un arma como un escudo que parecía un erizo.
La anciana salió de su casa y cogió la cola.
- Me vendrá de perlas esta cola de infectado para averiguar cómo contrarrestar la mutación.- aclaro mientras volvía a entrar en la casa. Óscar levanto el pulgar.
- Ahora descubramos quien se oculta tras la piel del monstruo que lleva atemorizando a nuestro pueblo desde hace meses.- dijo el joven líder.
- Óscar, no. ¿Y si es Piero?- dijo Anna preocupada.
- Imposible, una infección no se completa tan rápido, no, este es monstruo que nos lleva siempre por detrás. Que siempre conozca nuestros pasos significa que este infectado es un habitante importante del pueblo.- dijo con total seguridad Óscar y a continuación elevo el tono de voz.- ¡Hoy acabaremos con esta pesadilla!
- Pero...- Anna no evitaba estar preocupada.
- Fenton, por favor, comprueba su inconsciencia mientras Siobban llama a los refuerzos.- ordeno Óscar a los dos soldados.
- Si señor.- dijeron los dos haciendo el saludo militar de la mano en la frente.
El soldado masculino se acercó lentamente al derrotado monstruo empuñando su arma. Cuando se acercó lo suficiente, soltó el arma y puso sus manos en el torso del monstruo.
En ese momento el monstruo abrió los ojos y, en un rápido impulso, con sus garras rajo el cuello del soldado asesinándolo al instante. Óscar grito con rabia y cogió su machete del muslo, el monstruo hizo el sonido de una risa diabólica, salto hacia el aire y desapareció en el.
Óscar se arrodillo ante el cadáver del soldado y no pudo evitar llorar ante él, Anna pensó que debían haber sido buenos amigos y no dijo nada. El silencio de la situación se rompió al oírse el ruido de pasos que se acercaban a la plaza. Anna por primera vez se fijó en el ambiente de la plaza: era una plaza redonda rodeada por los edificios cúbicos, tres calles accedían a ella. Una al norte por la que Piero y ella habían accedido desde las celdas, además había que decir que era justo la que se encontraba en frente de la casa de la anciana. La del este se dirigía a una zona donde un gran edificio, una mansión quizás, sobresalía imponente por encima de las demás casas. La del oeste sin embargo era una colina que subía a la que seguramente se iba a la entrada al pueblo por la que entraron y cayeron en las celdas Piero y ella. En la propia plaza habían dos parterres de flores, uno de rosas rojas en el nordeste, uno de rosas azules en el noroeste. Además de una fuente de una mujer armada con una espada y un escudo en el sureste.
- Señor, hay algo que debería ver en la celda PNF-114, es urgente y trata sobre su hermano y sobre el prisionero reciente.- dijo un soldado peli azul que acababa de llegar desde la calle norte. Acto seguido se fue por la calle este.
- Anna, aunque me gustaría que no vinieses conmigo, tengo la sensación de que te gustaría ir igualmente conmigo o sin mí, así que mejor que vengas.- dijo Óscar con una sonrisa bastante tranquilizadora.
Anna asintió con una sonrisa también y los dos se dirigieron a la calle norte, durante el trayecto Óscar le explico todo sobre el problema del wendigo.
"Todo comenzó hace seis meses, el pueblo celebraba el Día de la Caza en honor de Titanea, mi padre dirigía un grupo de seis cazadores en el bosque al norte del pueblo cuando fueron atacados por algo que dio un rugido espantoso, mi hermano fue el primero en asistir al lugar. Yo me encargue de enviar un equipo médico y a unos soldados, cuando llegue, todo fue horrible, ese bicho acababa de devorar a mi padre, lo vi con mis propios ojos, y se dirigía a mi hermano que estaba muy quieto en el suelo, no lo aguante y le lance el machete que me regalo mi madre al wendigo. Era horrible, parecía un lobo bípedo gigante con pelo negro, ojos rojos y orejas de chacal. Le di en la espalda de lleno, el monstruo se sacó el cuchillo de la espalda y huyo por el bosque. Mi hermano, estaba inconsciente y herido. Despues de aquello, en la casa de la anciana, cuando recupero la consciencia nos contó que, cuando llego despues del rugido el monstruo ya había conseguido "derrotar" a cuatro hombres y se dirigía a por su padre, el trato de impedirlo pero quedo herido en el proceso. Pocas semanas despues el primer ataque de infectado se dio en el pueblo."
- Dios, pues vaya tela.- dijo Anna.- Yo no soportaría perder a mi padre y casi a mi hermano en pocas horas.
-Ya casi estamos.- anuncio Óscar.
Óscar y Anna giraron hacia la derecha y llegaron a la celda PNF-114, Óscar la abrió y los dos se sorprendieron ante lo que vieron: Piero inconsciente y a su lado una cascara que simulaba el cambio de piel de una serpiente, pero en vez de tener pinta de serpiente tenía la forma de Reón Cairdeas. Anna corrió para despertar a su amigo.
- Por favor Piero, despierta, sé que puedes hacerlo...- suplicaba la chica.
Piero reacciono a su voz y empezó a despertarse de su letargo. Abrió los ojos y se alegró de ver a una cara conocida, pero la reacción de Anna cambio de alegría a espanto, Óscar también tenía una expresión de horror en su cara. Piero se fijó que en el suelo había un trozo de cristal con el que podía verse la cara, a ver qué diablos le pasaba. Intento levantarse, pero sus piernas no estaban por la labor, se deslizo hasta él y cuando observo su propio reflejo lo comprendió todo: sus ojos eran amarillos como los de una serpiente, incluso con las pupilas verticales. La sorpresa fue demasiado para él, todavía se hallaba débil y cayo de nuevo en la oscuridad...
Piero despertó en una sala amplia e iluminada, justo en el medio de una isla de mármol rodeada por un foso de agua que surgía de las fuentes de cinco animales: un lobo, un águila, un pez luna, una tortuga y un dragón; el resto de la sala estaba vacía, aunque alguna columna estaba ocupando alguna porción de nada, además, detrás suya descubrió una escalera de oro. Piero cruzo el puente y se dirigió hacia las escaleras. Las miro pensativo. Vacilo, seguía indeciso. Al cabo de un rato se conciencio y subió al siguiente piso. La primera planta era muy parecida a la anterior, exceptuando que en vez de cinco estatuas animales habían tres estatuas femeninas. La primera era una mujer con una espada y un escudo decorados con un rubí en el mango de la espada y el centro del escudo. Tenía un grabado en la base que ponía: "Titanea, valquiria de armas tomar." La segunda era una mujer con guanteletes muy grandes y unas botas de acero afilados, además de que estaban decorados por zafiros. Su grabado ponía: "Tifodita, valquiria de la gran lucha." La tercera mujer llevaba un tocado y una pulsera de esmeraldas. Si grabado ponía: "Purtemis, valquiria de la purificación." Al fijarse en cada estatua un rayo de luz las ilumino y las piedras preciosas se soltaron de cada una de ellas y empezaron a girar en el aire mientras del techo se abría un agujero, las gemas empezaron a chocar entre ellas. De cada choque surgía polvo que caía en el suelo, este polvo empezó a formar una escalera que subía hasta el hueco del techo. Piero subió por las escaleras y llego a un segundo piso en la que solo había una estatua de oro y oro blanco de una mujer gigante. La mujer tenía una piel de oro blanco, su pelo, su vestido y un cetro de oro. El cetro era el que iluminaba la sala. Piero asombrado de tan bella visión se acercó a la estatua y se sorprendió al oírla a hablar.
- Bienvenido al Templo del Alma hijo mío, me siento agradecida por tu visita, pero, por favor, dime que es lo que deseas.
- No sé quién eres pero, ¿podría quitarme la enfermedad que lentamente me está transformando en infectado de wendigo?- pregunto el joven.
- Hijo mío, los wendigos son incapaces de infectar a alguien, son solo lobos que aprendieron a ser inteligentes. No, tu enfermedad es otra, una que no es la que dices...- respondió la estatua dejando de piedra a Piero.
- Pero si me mordió ese bicho que parecía una serpiente humana y desde entonces estoy así.- señalándose a sí mismo.
- Una serpiente humana, ¿donde he visto eso antes?- se preguntó la estatua.- Pues ese tipo de criatura es... un terrateniente oscuro, alguien que ha perdido su corazón ante una poderosa oscuridad poco a poco. Los efectos de la transformación empiezan por el exterior mutando a la persona lentamente y, así, la gente se aparta del enfermo haciendo que este vaya perdiendo su cordura y haciéndole creer que la gente le abandona, la cura en muchos casos es un poco de afecto durante la transformación: un abrazo, un beso...; pero cuando el enfermo desarrolla los colmillos ya es demasiado tarde, es la consagración de su lado oscuro. Tú nunca has estado en peligro hijo mío, tu corazón es demasiado diferente como para sucumbir a la maldad.
- Si eso es así, ¿por qué me estoy transformando?- pregunto el joven.
- Para que me conocieses al fin.- respondió alegre la estatua.- Pero ya es demasiado tarde para seguir con tu estancia aquí, desearía que te fueras, si no es molestia claramente.
Acto seguido la estatua comenzó a brillar lentamente y de repente hubo una explosión de luz que provoco que Piero se tapase los ojos rápidamente. Al abrirlos de nuevo descubrió que la estatua de oro pasó a ser de mármol, pero aun así el cetro brillaba. Piero se dio la vuelta y lentamente comenzó a bajar las escaleras hasta llegar a la planta baja, una vez allí descubrió a una mujer rubia exacta a la de la estatua de la segunda planta con las manos en alza. Piero abrió la boca para decir algo pero nunca se supo porque en ese momento de sus manos surgieron dos esferas de luz, una de ellas choco contra el suelo formando una puerta, la otra se dirigió hacia el chico y empezó a flotar delante del como esperando que este la cogiese, Piero lo alzo la mano derecha hasta casi tocar la esfera, sintió calor, un calor agradable, como un día de playa en verano, y toco la esfera, esta se deshizo en partículas de luz que fueron absorbidas por su mano. Piero se adentró en el portal y antes de volver a la realidad sucedieron dos cosas: oyó un susurro que decía "Curado" y se fijó en la estatua del lobo, su grabado ponía: "Guardián oculto en la oscuridad, el aeon legendario Licaeon"

En la segunda planta del Templo del Alma la estatua se iba transformándose lentamente en un trono mientras el cetro solo disminuía de tamaño, la escalera de polvo de gema volvió a surgir y la mujer misteriosa subió por ella, avanzo y se sentó en el trono mientras la sala a su alrededor cambiaba la sordidez fría del mármol y el oro por la vida de las plantas y animales tropicales y el agua fluyente.
- El mal se está despertando, todavía no debo despertar, mis héroes deben surgir de la nada e inclinar la balanza a mi favor o todo estará perdido.- argumento ella.- Guerreros, sois mi única esperanza...



Espero que os guste :3