Día 1: Por fin soy Alcalde.
Querido diario, hoy ha sido uno de esos días para recordar. Un día que pasará a la historia. En este caso en la historia de Bionis, mi nuevo pueblo, donde me he mudado y donde ejerceré de alcalde durante un tiempo (quien sabe cuanto...).
Me explico. Bionis se había quedado sin alcalde (el antiguo ya había terminado su periodo y abrió un negocio propio (o eso me han dicho)) y estaba haciendo elecciones, así que decidí presentarme. Cual fue mi sorpresa al ver que solo 1 se había presentado en las elecciones.
Cuando anunciaron el resultado, no podía creérmelo... ¡había ganado!
Y es por eso que Bionis se ha convertido en mi nuevo hogar.
El viaje ha sido muy largo y por poco no llego a tiempo mi primer día... pero por suerte, mis nuevos vecinos y la que será mi secretaria, Canela, me han estado esperando todo el día.
Vaya paciencia que tienen... Tendré que devolverles el favor, y sé como hacerlo.
Me han dado una calurosa bienvenida y las primeras impresiones no han podido ser más buenas. Todos han sido muy simpáticos conmigo.
Una vez hechas las presentaciones, Canela me ha dado un mapa para encontrar los diferentes establecimientos que hay en mi pueblo. Seguro que me será muy útil en un futuro. Me ha dicho que lo primero que teníamos que hacer era visitar el ayuntamiento, ya que tenía que darme varias indicaciones y consejos para empezar a trabajar como alcalde.
Lo primero y lo más importante, tengo que empadronarme. ¿Qué como lo hago? Pues es muy fácil, necesito tener una dirección, es decir una casa donde vivir. Para poder comprarme una casa he ido a la inmobiliaria de un mapache bastante curioso y que tenía pinta de ser un poco tacaño. Luego entenderás porque le califico de agarrado... Tom Nook se llama. Me ha dejado elegir el emplazamiento de mi casa y sin pensármelo dos veces he colocado la casa cerca del puente por donde el pasa el tren y de la playa. Bueno, quien dice casa, dice tienda de campaña.
Estaba claro que poder elegir el lugar donde quieres que esté tu morada también tiene sus inconvenientes. Una tienda de campaña muy acogedora sino fuera porque su buzón es de cartón...
Tom Nook me ha dicho que le visite más adelante en su inmobiliaria para acordar el dinero que tengo que pagarle para empezar la construcción de mi casa. Pero primero he decidido ir al ayuntamiento a contarle a Canela que ya tenia un cobijo para pasar las primeras noches en mi pueblo. Canela me ha atendido gustosamente y me ha ayudado a empadronarme. Además, me ha dado un DRP o Documento de Residente del Pueblo con el que la gente podrá identificarme. Canela me ha pedido una foto, pero no llevaba en ese momento así que le he preguntado por un fotomatón. Me ha dicho que había uno en la zona comercial y he ido rápidamente a sacarme una foto.
Un poco caras la verdad...Acto seguido, se me ha convocado para que, como nuevo alcalde, plantara un árbol en la plaza principal del pueblo que simbolizaría Bionis. Si todo va bien, este pequeño brote va a convertirse en un gran árbol. Procuraré visitarlo y cuidarlo todos los días. Una vez plantado, todos los vecinos me han aplaudido y yo, no he podido evitar sonrojarme.
Y este, querido diario, ha sido mi primer día en Bionis. Pero la cosa no acaba aquí... Canela me ha dejado el resto del día libre y se lo agradezco mucho ya que he podido dar una vuelta por el vecindario. Lo que más me ha sorprendido es que en este pueblo hay una gran cantidad de bichos y peces. Ya tengo un pasatiempos para aquellos días en los que me aburra. No he podido quedarme de brazos cruzados y he ido como un rayo a la zona comercial a por una red y una caña. En la tienda, he conocido a Nendo. ¿Y sabes qué? ¡Resulta que es el sobrino de Tom Nook!
Nendo me ha dicho que en ese momento solo disponían de una red y una pala. Y he comprado las dos herramientas por si acaso. No sé para que me servirá la pala, pero ya le encontraré un buen uso, de eso estoy seguro.
Antes de irme a descansar, he preferido relajarme un poco cazando bichos.
Aunque no me he relajado mucho... Me ha picado una avispa. He cazado un montón. Pero no sabía que hacer con ellos.
Así que he decidido ir a preguntarle a Canela. Ella muy amablemente me ha dicho que si necesitaba bayas, podía venderlos en la tienda de Nendo y Tendo (el otro sobrino de Nook, resulta que tiene dos) o en la tienda de reciclaje Bártulos, que la llevan unas alpacas y que se encuentra en el pueblo. O sino, podía donarlos en un museo que se encuentra en la zona comercial. Me ha dicho que los habitantes de Bionis me lo agradecerían mucho ya que se trata de un museo nuevo y no tiene absolutamente nada. He optado por la segunda opción. Tenía suficientes bayas como para sobrevivir unos días y creo que lo mejor ahora, si quiero ser un alcalde competente y caer bien a todo el mundo, es pensar en las necesidades de mis vecinos. También he donado un par de fósiles. En efecto, le he encontrado ya una utilidad a la pala. ¡Resulta que por el pueblo hay fósiles enterrados! Este pueblo está lleno de sorpresas.
Para terminar el día, he ido a pagar para que Nook empezara a construirme la casa. Dormir en una tienda de campaña puede ser muy divertido, pero no hay nada como dormir en una buena cama y poder descansar tranquilo. Tengo que estar fresco si quiero actuar de forma correcta.
Y esto ha sido todo por hoy. Ahora estoy escribiendo esto al lado de un pequeño y viejo farol que me ha dado Canela para iluminarme por la noche. Estoy seguro de que esto solo acaba de empezar y que me aguardan muchas sorpresas en este pequeño pueblo costero... Espero que mañana sea otro gran día. Buenas noches querido diario...